Si en mi última entrada criticaba a la afición española por el hecho de pitar a Butelle cada vez que tocaba el balón, ahora debo felicitar a la misma por el gesto que tuvieron ayer cuando se produjo el entrenamiento de la primera plantilla.
Cuando los jugadores y el cuerpo técnico llegaron a los campos anexos se vieron las instalaciones llenas de pancartas de ánimo a la plantilla, sabedores de que la crisis que vive Mendilibar y sus jugadores se debe a la mala suerte y no a que el equipo no sepa que debe hacer.
Este hecho que me hizo sentirme muy orgulloso de mi afición demuestra que Valladolid confía en el entrenador y en la plantilla y esto sin ninguna duda ayudará a que los jugadores estén más motivados.
Ayer por la noche en El Tirachinas de la Cadena COPE, Juan Carlos Amón, anunció que Mendilibar va más allá en su intención de acabar con los teatreros y tramposos, y si el año pasado se atrevió a ser el primero en decir que su equipo no tiraría el balón fuera, este año da un paso más y avisa que su equipo no va a devolver el balón cuando el otro equipo lo lance fuera del terreno de juego.
Esta decisión viene porque el pasado domingo en el encuentro contra el Athletic de Bilbao los jugadores vascos perdieron muchísimo tiempo lanzando el balón fuera y siendo el Valladolid quién lo tenía que devolver para volver a empezar otra vez la jugada.
Se podrá estar de acuerdo o no, personalmente no puedo estar más de acuerdo, pero lo que no se puede decir es que el Real Valladolid no avise ya que lo hizo el año pasado lo hace este y también antes del comienzo de cada partido al equipo rival.