La eliminación del Real Madrid a manos de un equipo de Segunda división dio la vuelta al mundo y un rincón al que no le faltó información fue el hospital de Uruguay en el que estaba ingresado Germán Hornos. El futbolista cedido por el Sevilla abandonaba ese mismo día la UCI en la que se encontraba desde el 25 de diciembre y recibía la noticia de que su compañeros habían eliminado al mismísimo Real Madrid.

Ante la situación que vivía el vestuario la victoria tenía un objetivo claro: ayudar al futbolista charrúa en su larga recuperación. La pena de todo fue que los jugadores no pudieron mostrar ese apoyo públicamente como sí hicieron diez días antes en el duelo ante el Polideportivo Ejido. Aquel 9 de enero los autores de los goles pucelanos, Roberto Losada, Aritz Aduriz y Óscar Sánchez, fueron multados con 500 euros cada uno, un total de 1.500, por mostrar la camiseta en apoyo al compañero ingresado en estado grave. Ante la instantánea de apoyo de los tres futbolitas el Comité de Competición decidió aplicar el artículo 120.bis, que prohíbe a los equipos profesionales mostrar "cualquier clase de publicidad, lema o leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego" e incluso ‘amenazó’ a los jugadores con el hecho de ser suspendidos de uno a tres partidos si mostraban reincidencia. El Real Valladolid decidió recurrir la sanción al considerarlo una “brutal muestra de insensibilidad” pero ya era tarde para que Xavi Moré hubiera levantado su camiseta en el Santiago Bernabéu y mostrara el lema “¡¡Te esperamos, Hornos!!”. Con dicho slogan y el lugar en el que se producía se hubiera creado una instantánea que sí que hubiera dado la vuelta al mundo, y no sólo del fútbol, pero una vez más los organismos no estaban con el Real Valladolid.

Imagen de 'El País.es'