Mejía puede ser parte de la solución

El Real Valladolid no quiere fichar para seis meses, quiere adquirir jugadores que se puedan considerar "ganga". Es decir, futbolistas que entren en los parámetros del equipo. Jugadores que tengan una edad relativamente joven, que puedan llegar a cambio de un desembolso pequeño, o incluso nulo, y también que lleguen a orillas del José Zorrilla por más de lo que resta de temporada. Si a estas condiciones se le une que de todas las líneas del equipo, el eje de la defensa es a la que mejor le vendría una incorporación, el nombre de Álvaro Mejía es perfecto.

El ahora jugador del Real Murcia cumple todos los requisitos. El primero de todos, y el más importante, es central. Pese a que su especialidad es el eje de la defensa no es descabellado verle de lateral derecho, por su condición de diestro, o de medio centro, debido a su criterio, jerarquía y personalidad dentro del terreno de juego. El canterano madridista quiere salir del equipo murciano, la mala situación clasificatoria de este, y sus dificultades económicas hacen de la salida del madrileño un bien para las maltrechas arcas de Samper y para el propio jugador. El futbolista es relativamente joven, nació en enero de 1982 por lo que en pocos días cumplirá 28 años. Una buena edad, teniendo en cuenta que en esos años de profesional ha vivido diferentes circunstancias futbolísticas que le han hecho madurar. Tanto en el peso dentro de un vestuario como personalmente.

Mejía en el mercado de verano ya habló sobre el interés del Real Valladolid, y no se mostró muy incomodado sobre él, más bien lo contrario. El 23 de junio el madrileño hablaba con el diario AS y le informaba de la posibilidad de recalar en Pucela. Sus palabras fueron claras: "Hace ya unas semanas mi representante me informó del interés del Valladolid. Para mí sería una buena opción. Es un club importante de Primera, cerca de casa y que reúne todos los condicionantes que a mí me interesan.”. Finalmente el equipo de Mendilibar no se hizo con los servicios del jugador, pero ahora todo ha cambiado. Ha dado un giro que hace la contratación de Mejía como algo posible, e incluso necesario. El equipo pucelano ha demostrado, y más tras el fracaso ante el Atlético de Madrid, que necesita reforzarse en defensa, y el Real Murcia por su parte necesita vender con urgencia. Los supuestos rumores que apuntan a una desaparición en caso de descenso (ahora ocupan el penúltimo puesto a seis puntos de la salvación) están cobrando realismo, y pese a tener una plantilla para estar más alto de lo que demuestran, deben tomarse todas las opciones como posibles, y a raíz de esto tomar cartas en el asunto.

A lo que quiero llegar con todo esto es que el equipo necesita un líder, un jugador que sepa dar un grito en un momento determinado. Algo que apuntó Mendilibar tras empatar contra el Tenerife y que pese al paso del tiempo aún no se ha encontrado. El Real Valladolid necesita un jugador de las características de Mejía, y el equipo dueño ahora mismo, de los derechos del jugador, necesita dejar salir para poder cortar parte de sus problemas. Como se diría en el español coloquial: blanco y en botella, leche. Aplicando al tema: Mejía de blanquivioleta, posible solución.

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