Desde que el 27 de agosto de 2006 empezara la era Mendilibar con la victoria en el Molinón, se vio que con el nuevo entrenador había futuro. Se apreció que con su llegada el equipo, tan dubitativo los tres años anteriores, adquiría una personalidad, un estilo de juego. 1.234 días después parece ser que muchos de los aficionados, medios de comunicación y socios del Real Valladolid han olvidado esto. Han dejado en el olvido el buen trabajo que el entrenador de Zaldívar ha hecho durante estas cuatro temporadas. Compromiso que unido a los resultados, lo importante en el mundo del fútbol, siempre ha sufrido de baches. Bajones que el equipo ha sabido contrarrestar para cumplir el objetivo que se marcaba al comienzo de temporada.

El proyecto de Mendilibar en el José Zorrilla no está terminado. No está finiquitado. Se encuentra tan sólo, en un periodo difícil, una época complicada. Es cierto que nadie, ni el propio cuerpo técnico, esperaba que el cambio generacional que hizo el club el pasado verano, tardara tanto en dar resultado, pero es lo que hay. Y con ello lo único que hay que tener es paciencia. Claro que tiene solución esta situación, pero con las cosas como están. La destitución de Mendilibar no es el recurso. Ahora es tan sólo el momento de dar confianza al cuerpo técnico, igual que hizo la temporada pasada el Mallorca con Gregorio Manzano, o este comienzo de campaña el Villarreal con Ernesto Valverde.

¿Quién no hubiera despedido a Gregorio Manzano el año pasado? Seguro que nadie. Sus resultados al final de la primera vuelta eran de 14 puntos, tres victorias y ¡11! derrotas. Números muy malos. Pero el Mallorca decidió tomar la decisión en torno a la persona, no en torno a los números. Ellos sabían que el bailenense trabajaba bien, que pese a la imagen que el equipo daba en determinados partidos, el entrenador contaba con el aprecio y admiración del vestuario. Aquel Mallorca tenía mimbres. Poseía calidad tanto dentro como fuera del terreno de juego. Igual que este Real Valladolid, por ello es tan sólo cuestión de tiempo. El año pasado el equipo bermellón se salvó a falta de varias jornadas, igual que hará el Real Valladolid esta campaña si se deja trabajar con tranquilidad a un cuerpo técnico comprometido y una plantilla que cuenta este año con una puntualización que otros años no pasaba. Gran parte del plantel cuenta con contrato para el próximo año, y de su rendimiento se decidirá su futuro.
¿No deseamos todos los aficionados españoles un proyecto inglés para nuestros equipos? Pues dejemos que los hagan, que Alex Ferguson no ha ganado títulos en todas las temporadas.
Artículo publicado en AupaPucela.com