Con fallos así, esto se complica

El Real Valladolid pierde ante el Mallorca en casa y abre un hueco con la salvación de cuatro puntos. El primer gol de Bueno como blanquivioleta, no fue amarrado por el equipo que terminó doblegado por un Mallorca que fue de más a menos.

Tras la victoria del Zaragoza el día anterior en Getafe, el equipo blanquivioleta necesitaba la victoria para no distanciarse del equipo maño en cuatro puntos. Pese a que el equipo dio un imagen aceptable, que no buena, y pese a que se puso por delante en el marcador, terminó perdiendo y demostrando que está en descenso porque se lo merece, porque no tiene ideas, y porque no decirlo, porque el entrenador más idóneo para sacar esto adelante fue despedido hace casi un mes. El equipo muestra ganas y entusiasmo por salir de la situación en la que se encuentra, pero le cuesta un mundo anotar un gol, y cuando se consigue le cuesta aún más defenderlo, tras desaprovechar la ventaja, y ya van tres partidos consecutivos, el equipo se convierte en un manojo de nervios capaz de lo peor.

Lo confieso. He perdido la ilusión en Manucho. Desde que llegó procedente del Hull City, vía Manchester United, creí en sus posibilidades. Le vi un jugador con cualidades: fuerte, con buen golpeo de balón, y lo mejor de todo, capacidad de remate. Algo de lo que se le había acusado a Goitom y que el angoleño parecía tener, parecía porque los 45 minutos que ha jugado ante el Mallorca han demostrado que ‘sangre de león’ no está ahora mismo cualificado para este equipo. No sólo él, también hay que decirlo, pero cuando un equipo, que se juega lo que se juega este, no es capaz de rematar entre los tres palos en un parte entera es que ocurre algo, y el delantero es uno de los principales culpables.
La falta de pegada de Manucho se aprecia más aún, cuando en el minuto dos de la segunda parte Diego Costa ha generado la primera ocasión del equipo, ya lo decía el narrador de Marca: “Diego Costa ha generado en un minuto más que Manucho en 45 minutos”. Duro pero así de cierto. La primera parte del Real Valladolid debe calificarse como horrible por una serie de motivos que parecía que Onésimo había captado. El vallisoletano tiene fe en Medunjanin, pero es que el bosnio le ha demostrado desde que llegó al banquillo pucelano que no está para la titularidad. Cuatro partidos han coincidido y en el único en el que ha destacado ha sido en Pamplona, casualmente saliendo desde el banquillo. La incursión del bosnio ha quitado de un plumazo la entrada de Lázaro. El canterano se antoja hoy en día como básico en el esquema del centro del campo, pero ‘One’ no le veía así. Lo veía porque tras el recital del segundo tiempo del olmedano, estoy convencido que no le quedarán dudas de aquí a final de campaña.

Onésimo acierta con los cambios
El entrenador vallisoletano falló en la alineación, no es una opinión personal, es que el hecho de que dos jugadores (Costa y Lázaro) salten a calentar en el minuto 25 de la primera parte es que algo anda mal. Dichos jugadores saltaron al terreno de juego en el descanso, en su lugar se marcharon Manucho y Sesma, ambos que de no cambiar verán reducidos sus minutos en este equipo. Las permutas dieron un cambio de imagen al equipo que generó ocasiones y que se adelantó. Una buena jugada dentro del área de Keko, gran acierto su fichaje, terminó en las mallas de Aouate tras remate de Bueno, quién tras 12 partidos de Liga anotaba su primer tanto.
Tras el gol del madrileño el Real Valladolid vivió sus mejores momentos del partido, encadenó buenas jugadas, generó las mejores ocasiones, pero no consiguió matar el partido y a los 20 minutos el Mallorca tras un fallo defensivo en el marcaje en un saque de esquina, Rubén empataba y convertía al equipo pucelano en un manojo de nervios.

Una victoria producida por la tranquilidad
Cuando un equipo está bien posicionado en la clasificación tiene un saber estar en el terreno de juego que le permite afrontar los minutos finales del encuentro en mejores condiciones de quién se juega la vida. Por ello, el Mallorca supo afrontar en mejores condiciones los últimos minutos de partido y hacer buenos los fallos blanquivioletas. Uno de estos fallos defensivos en el minuto 84 dejó a Julio Álvarez en un mano a mano con Justo Villar. El ex del Numancia resolvía magníficamente con una vaselina milimetrada. Minuto 83 y partido finiquitado. El equipo de Onésimo fue incapaz de generar ocasiones con el 1-2, el Real Valladolid tiró la toalla del partido, esperemos que no la de la Liga.

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Juan Postigo comenta....

Estoy de acuerdo contigo en la mayoría del post, Ángel, pero te recuerdo que al final si creó una ocasión el Valladolid. Cuando Aouate se sacó un paradón tras un cabezazo de César Arzo. En fin, este domingo me desesperé en el estadio y empiezo a ver las cosas tal como son, demasiado difíciles y temo que veo muy complicado sacar esto adelante.

Un saludo.