Un gran Real Valladolid gana en Riazor tras merecer con creces la cuarta victoria de la temporada. Los goles de Nauzet y Medunjanin dan a Onésimo la primera victoria como entrenador del equipo blanquivioleta tras siete partidos.

El Real Valladolid empezaba la consideraba ‘la semana’ en una visita a Riazor. La cita al campo blanquiazul dictaría mucho el futuro a corto plazo del equipo. Si actuaba como en la campaña 2003/2004, cuando se perdió por 2-1, el equipo afrontaría los dos próximos partidos como últimos cartuchos. En cambio, si el partido era como el de la 2000/2001, cuando se ganó por 1-2, las posibilidades de salvación y la autoestima del equipo y de la afición aumentarían. Tras los 90 minutos, maravilloso minutos, el equipo de Onésimo no iguala la imagen del 2001, sino que lo supera porque las sensaciones y el resultado cosechados son mejores nueve años más tarde.

La mejoría, que no violencia, mostrada ante el Real Madrid debía ser reflejada ante el Deportivo de la Coruña. Como ya ocurriera en la primera vuelta. Dicho crecimiento en las ideas de equipo se mostraron en Riazor desde el primer momento. Gran culpa de que el equipo violeta fuera dominador del partido estuvo en la banda derecha. Pedro López y Nauzet Alemán realizaron un partidazo y, en parte fue por culpa de Lotina. Con las lesiones de Guardado y Filipe Luis el entrador coruñes no supo tapar la banda derecha ofensiva del Real Valladolid y, el equipo violeta lo aprovechó. Nauzet se movió con total libertad entre líneas y Pedro López tuvo tal desahogo en defensa, que se explayó en ataque como no se recordaba.
La movilidad en la banda derecha, unido a la seriedad que Borja y Pelé en el centro del campo, propiciaron las primeras ocasiones del equipo pucelano. El protagonista por dos ocasiones fue el ‘10’, el cual tras tener todo de cara no mostró acierto al buscar la portería de Aranzubía. En ambas ocasiones rozó el gol. No hubo suerte de cara a puerta, pero desde el primer momento el equipo mostraba estar en el terreno de juego y no ser una comparsa.

Una vuelta después: Pum-Pum Alemán
Nauzet Alemán empezó esta, su primera temporada en Primera División, como un cohete. Cinco partidos y cuatro goles le hacían una de las sensaciones del campeonato, pero desde el día en que, ante el mismo equipo, anotaba dos goles, había desaparecido su chispa y, progresivamente sus minutos en el equipo blanquivioleta.
Una semana después de ser el protagonista del ‘penalti más claro jamás no pitado’, el canario seguía en la titularidad y, desde el primer momento demostró que la decisión de Onésimo no era equivocada. Acertaba de pleno cuando en el minuto 39, un rechace de una jugada que empezó en un saque de banda, terminaba en la mallas tras un disparo con la pierna izquierda. Un golazo y un sentimiento de “¡Vamos Pucela!”, que provocaba que el aficionado del Real Valladolid diera un salto del asiento y volviera a creer en un equipo que estaba dando una lección en un estadio europeo, por eso de que el Deportivo antes del partido, era acreedor de un puesto de Europa League.
A todo esto, ¿el Deportivo de la Coruña estaba en el terreno de juego? Sinceramente poco. Las ocasiones del Real Valladolid en los primeros 45 minutos, tiempo que terminó casi con el quinto gol de Nauzet, fueron seis, por una tan sólo de los gallegos. Dicho ocasión fue un disparo de Juan Rodríguez, que sacó majestuosamente por Villar, aunque todo venía precedido de fuera de juego. Tras esto, tan sólo dos caídas dentro del área, una de Lassad y otra de Juan Rodríguez, ninguna merecedora de penalti, se convirtieron en el bagaje de un equipo coruñes que defraudó en los primeros 45 minutos.
Lotina veía a su equipo incapaz y a Lassad perdido, por ello, en el descanso quitó al tunecino del terreno de juego para que Valerón pudiera jugar entre líneas. Pero ni con esas, el Real Valladolid no dejaba que fuera el día del Deportivo. Ni tan siquiera la entrada de dos delanteros, Mista y Bodipo, para jugar con Adrián, provocaron ocasiones en una portería que está defendida una semana más, por uno de los cancerberos en mejor forma de la Liga BBVA.

Y otra vez Haris
Lo intentó Bueno, más tarde Canobbio, pero sobre todo Diego Costa, pero nada. Ninguno conseguía finiquitar un partido que el Real Valladolid tenía dominado en juego pero no en marcador. El equipo necesitaba alguien determinante en estas situaciones y, este jugador volvió a aparecer. Haris Medunjanin volvió a resurgir para finiquitar el encuentro con un tanto en los últimos minutos del partido. Su quinto tanto en la temporada, vino precedido de una galopada de Marcos en la banda izquierda, quien con temple y saber estar, levantó la cabeza, miró y puso el balón en los pies de ‘5’.
Con lo que se va considerando el gol de rigor del bosnio, el Real Valladolid finiquitaba el partido, lo hacía por 0-2 y con la sensación de volver a ser el equipo que rema en una sólo dirección.
Parece ser que las críticas de los medios de comunicación y las ganas de algunos rivales de humillarnos, no han tenido el objetivo buscado por estos, sino el soñado por los blanquivioletas.