Ante todo, suerte y ánimo Sergio

Sergio Asenjo está viviendo un calvario desde que sus representantes consiguieron su objetivo: sacar al futbolista del Real Valladolid. La temporada que el palentino ha firmado en su primer año futbolístico en el Atlético de Madrid ha sido para olvidar. Comenzó como titular, pero tuvo que dejarlo en un primer momento por la convocatoria de España para un campeonato europeo. Cuando volvió, el Atlético le reservaba aún el sitio, pero una serie de malas actuaciones, provocadas a partes iguales por deméritos propios y por fallos de la línea defensiva, dejaron al fichaje estrella del club colchonero en el banquillo. En su lugar entraba De Gea, un cancerbero canterano, más joven y con mucho más apoyo de afición y prensa que la que recibió en su momento el ex blanquivioleta.

La suplencia, bien encajada por otra parte, de Asenjo fue impuesta por Quique en las tres competiciones. No jugó ni en Liga, ni en European League, ni en Copa del Rey, donde más podía participar. Asenjo dejaba de ser portero del club del Manzanares para esta temporada y en principio, para siempre. Su situación dejaba entrever que en verano viviría un nuevo traspaso, esta vez con casi toda seguridad hacia el extranjero. Esta situación de traspaso es algo que el Real Valladolid quería, no por nada, sino porque el club blanquivioleta percibiría el 20% de la venta a otro club. Pero todas estas cávalas vivieron el pasado sábado en el Molinón un repentino cambio. Cuando no se llegaba al cuarto de hora del enfrentamiento entre el Sporting de Gijón y el club madrileño Asenjo cayó al suelo tras saltar para recepcionar un balón. La forma en la que el cancerbero caía al suelo hacía presagiar lesión, todo iba encaminado hacia un esguince de rodilla pues el palentino se incorporó, e incluso intentó forzar para disputar los 90 minutos. Pero nada, al incorporarse y dar un pocas zancadas se dio cuenta que no podía, se tuvo que marchar del campo. Se marchó del verde fastidiado porque no podía disputar un partido por completo, pero con vistas al partido del miércoles de European League donde su equipo se juega el trofeo. Lo hacía así porque en un principio era tan sólo duda, nadie en el Atlético de Madrid podía imaginar lo que ayer domingo se hizo oficial: Sergio Asenjo tenía roto el ligamento cruzado de su rodilla derecha, algo que le haría perderse seis meses, es decir, el final de esta campaña y, como mínimo, la pretemporada del próximo curso. Eso siendo muy optimistas. Siendo pesimistas, nos podemos poner en el comienzo del 2011.

Con esta lesión en su rodilla derecha, el futuro de Sergio Asenjo cambia mucho. Ahora, solo queda esperar y desear al jugador la mayor suerte del mundo, porque un portero de su nivel y categoría merece estar defendiendo la portería de un club de Primera División y no en un banquillo. Pero eso, son decisiones de entrenadores, y Asenjo debe dar gracias, dentro de lo posible, a que esta nueva lesión no se ha producido en la misma rodilla de la que tuvo que ser operado la pasada campaña en el Real Valladolid [VER NOTICIA]. Ante todo, suerte y ánimo Sergio.


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