Jordi Figueras Montel es un central zurdo que llega cedido, con opción de compra, procedente del Rubin Kazán ruso. El jugador de 184 centímetros y 78 kilos llega avalado de grandes actuaciones en el Celta de Vigo

En el afán/objetivo que tiene García Calvo de hacer un equipo compensando 100% faltaba un central zurdo. Un jugador que completara el eje de la defensa, y este jugador finalmente es Jordi Figueras. Un futbolista zurdo, que competirá directamente con Marc Valiente por el puesto, muy fuerte en el juego aéreo y de quién todo el que lo ha tenido habla maravillas. Sus ganas de trabajo y su gran manejo del balón le hacen polivalente entre el centro de la defensa y el lateral izquierdo.

La historia de Jordi comienza en su tierra natal, Cataluña, y en concreto en Lérida. El central formó parte de las categorías inferiores del equipo de su ciudad desde que era un crío. El último puesto que ocupó fue el del Juvenil. Cuando estaba embarcado en el proyecto leridano un grande se fijó en él para que se marchara a sus categorías inferiores. El Real Madrid le quería para el tercer equipo. En aquel momento Jordi tenía 17 años y veía en el paso a Valdebebas un gran salto en su carrera. Era normal, los informes del futbolista le llevaban de un equipo histórico pero en muy mala situación, a uno de los equipos más grandes de la historia, que además cuida la cantera desde siempre.

En la cantera madridista estuvo tres temporadas. Hasta que en 2008 el ex del Real Valladolid, Roberto Martínez, por aquel entonces Director deportivo vigués, decidió llevarselo al filial del Celta de Vigo. En el segundo equipo celtita duró poco, y no precisamente por aspectos negativos, sino porque el entrenador del primer equipo, Pepe Murcia pronto lo reclamó para el primer equipo. El debut en la categoría de plata del fútbol español se produjo en el último partido del citado Pepe Murcia la frente del Celta de Vigo. Aquel partido, que terminó con la victoria por 3-0 del Tenerife se disputó el 1 de marzo de 2009. Desde aquel mes de marzo la carrera de Jordi Figueras dio un giro que le ha llevado al campeón de la liga rusa y a terminar, seis meses después, en el Real Valladolid.

Tras el debut y la marcha de Pepe Murcia llegó Eusebio Sacristán que dio total confianza al jugador catalán. Pese a que en su debut el jugador había jugado como lateral zurdo, con el vallisoletano en el banquillo, Jordi se asentó como central. En esta primera temporada disputó 15 partidos. Desde su debut sólo se perdió dos partidos, y los que jugó los hizo de titular y disputando los 90 minutos íntegros. La siguiente temporada, ya con ficha de primer equipo, el futbolista comenzaba como uno de los fijos del equipo, pero todo cambió para él y para el club cuando en diciembre el todopoderoso Rubin Kazán llamó a su puerta. Los rusos venían con un millón de euros para llevarse al jugador y con un contrato de tres temporadas muy jugoso para el jugador. Jordi no lo pensó y se marchó a Rusia, de donde ahora llega al Real Valladolid.

La llegada del catalán al José Zorrilla no se produce por un fracaso en Kazán, se produce porque ‘Chuti’ Molina, secretario técnico del club y ex ayudante de Ramón Martínez en el Celta, ha convencido de que el proyecto del club blanquivioleta es perfecto para él y más teniendo en cuenta que viene físicamente fuerte después de haber jugado esta temporada ocho encuentros con el equipo ruso.

Con el fichaje de Jordi, el Real Valladolid cierra una defensa joven pero capacitada, que a rasgos generales posee un envidiable juego aéreo, sin olvidar la personalidad que han mostrado todos los jugadores en pretemporada y la cual se atesora al central leridano.