Cuando hace escasos dos meses el Real Valladolid hacia oficial que José Antonio García Calvo era el nuevo director deportivo, en la ciudad pucelana se creó cierto recelo a las posibilidades que podía tomar el equipo. El nulo bagaje en el puesto del madrileño y el mucho trabajo que tenía hacían presagiar lo peor.

El aficionado corriente del Real Valladolid estaba escarmentado de la temporada pasada y del proyecto vacío y sin sentido que creó Roberto Olabe. Para mostrar su enfado ante lo ocurrido la temporada anterior un gran sector dio la espalda al nuevo Director deportivo y a su proyecto. Dos meses después y tras 10 contrataciones, el Real Valladolid ha conseguido formar un grupo compensado, con ganas de trabajar y que vuelve a ser una familia. La salida de todos los buques insignia de los problemas extradeportivos de la temporada pasada unido a la contratación de jugadores curtidos en vestuarios y en la categoría, hacen que el club posea un vestuario y no un 'desmadre' como hace tan sólo unos pocos meses.

Por un lado se han marchado jugadores del negado compromiso de Haris Medunjanin, Pelé, Manucho o Fabricio para dar paso a futbolistas que saben lo importante que es un vestuario y que el equipo está por encima del propio futbolista. Carlos Peña, Jorge Alonso, Antonio Calle o Jofre Mateu conocen la Liga adelante, saben que es complicada y que para tener éxito todo debe ser perfecto dentro del club.

José Antonio García Calvo ha acertado de pleno en la confección de la plantilla y ha cumplido con su parte del compromiso con Carlos Suárez. El madrileño ha creado un equipo comprometido con muchos recursos en todos los puestos del equipo, y lo que es más importante, ha conseguido vender a gente que podría ser considerada en ciertos momentos como ‘lastre’ porque quitaba mucho más de lo que podía dar. Ahora, con la Liga comenzada, que el equipo tenga éxito y suba de categoría dependerá de muchos aspectos y la mayoría fuera del alcance del Director deportivo y de su grupo de trabajo, pero en sus obligaciones han cumplido.