Las efemérides no son el punto fuerte de este blog. Desconozco cual es el último partido que jugaron Huesca y Real Valladolid, incluso desconozco si alguna vez en la historia de ambos equipos se han llegado a enfrentar en partido oficial. Pero lo que si que sé es quien es hoy en día la Sociedad Deportiva Huesca y que deparará futbolísticamente en el partido de mañana en el José Zorrilla.

El equipo altoaragonés vive su tercera campaña en Segunda División. En la temporada 2007/2008, de la mano de Onésimo Sánchez, los azulgranas ascendieron a Segunda división para vivir uno de los derbis más celebrados en la región. Los oscenses rindieron visita al vecino, el Real Zaragoza, para empatar a dos goles. Posteriormente, una vuelta más tarde, el Real Zaragoza, camino de Primera, se impuso por 0-1 en el estadio del Alcoraz. Ambos partidos fueron un hito y un día señalado en la historia de un club humilde donde los haya pero que vive momentos de grandeza gracias al saber estar de sus dirigentes y el trabajo silencioso de toda una ciudad.

Las dos primeras temporadas en Segunda el Huesca se mantuvo, no sin problemas, en la categoría de plata del fútbol español. El gaditano Antonio Calderón realizó un gran trabajo pero el pasado verano tanto club como preparador consideraron que llegó el momento de partir caminos. Calderón encontró acomodo rápidamente en el Albacete y el club tuvo que buscar nuevo entrenador. También fue corto el periodo de búsqueda porque los oscenses tenían claro que el nuevo entrenador sería quien les llevó a la gloria de la Segunda división, Onésimo Sánchez. El entrenador vallisoletano venía de firmar unos tristes números en el Real Valladolid de Primera, pero aún con eso los dirigentes aragoneses le firmaron un contrato por lo que dura esta temporada. Después, con los resultados en la mano, se hablará y se verán posibilidades.

El cambio de entrenador no fue el único, muchos futbolistas abandonaron la disciplina del Huesca y otros llegaron para reforzarla. Entre las destacadas marchas destacan la de ambos porteros Miguel y Doblas, la de los cedidos Carlos de la Vega, Rubiato, Iriome o Juanma y la de la venta más cara de la historia del club. A falta de pocas horas para el cierre de mercado el Granada depositó 600.000 euros para hacerse con Mikel Rico. El equipo pese a contar con el jugador aceptó la oferta por la jugosa cantidad de la que se trataba. La de Rico no fue la única baja dolorosa. A principios de verano también se produjo una baja importante, el llamado “Ibrahimoviç particular”, Jose Vegar, abandonaba el Alcoraz para terminar su carrera en un equipo de Tercera división cercano a su Alicante natal.

En lugar de todos estos futbolistas llegó gente joven, y futbolistas con calidad contrastada que han hecho del Huesca un equipo con más mimbres que temporadas pasadas. En el capítulo de altas destacan el regreso de Cabrero y Roberto y la llegada de jugadores curtidos como Marcos, David Bauza u Ochoa. No sólo fueron jugadores veteranos, con el convenio que existe entre el club y Osasuna se produjo la llegada de Galán, Echaide, Andrés y Óscar Vega. En resumen, Onésimo tiene entre manos un proyecto interesante, muy ambicioso y en el cual se le dejará trabajar. No posee un vestuario joven pero tampoco veterano. El preparado vallisoletano tiene buenos mimbres y de formas muy distinta, ahora llega su trabajo porque unir un vestuario tan nuevo no es fácil, y el que no lo crea que se lo pregunte a Mendilibar.


Posible 'once' del Huesca en el Zorrilla: Andrés; Robert, Echaide, Corona, Marcos; Helguera, Sorribas, Jokin, Gallardo; Galán y Vega