El Real Valladolid, que empezó fuerte y dominado el partido, termina perdiendo y casi eliminado merced a una injusta expulsión de Jesús Rueda en el minuto 21

Salvo milagro blanquivioleta o debacle perica, el equipo de Antonio Gómez no estará en los octavos de final de la Copa del Rey. El partido que comenzó siendo dominado por lo locales sufrió un brutal cambio en el minuto 21 cuando Teixeira Vitienes expulso, de forma injusta, al medio centro del Real Valladolid Jesús Rueda. Afrontar más de 70 minutos de fútbol con uno menos lastró al equipo blanquivioleta que cedió el primer tanto en el minuto 38 tras un fallo de la zaga blanquivioleta que dejó a Álvaro en un mano a mano con Justo Villar que el españolista definió a la perfección.

Antonio Gómez era consciente de que el gol del Espanyol complicaba mucho las cosas para los pucelanos. Por ello, decidió no retocar el equipo y seguir con un sólo futbolista (Carlos Lázaro), en medio campo y pasar a jugar con un rombo. Gómez arriesgaba en el intento de buscar un resquicio a la esperanza que se transformara en uno o dos goles. La idea era clara y buena, pero como todas tenía unos riesgos. Un peligro que el Real Valladolid debía correr para poder seguir algo vivo en la eliminatoria. Pese a la buena intención del técnico madrileño la jugada salió mal porque el Espanyol en el minuto 54 mató el partido. Un saque de esquina fue rematado por Álvaro para dejar el 0-2, definitivo, en el marcador, y dejar la eliminatoria casi sentenciada.

Con el segundo tanto en el marcador los visitantes se dejaron llevar hasta la finalización del partido. Mientras tanto, los locales buscaban sus oportunidades y casi las materializan. Primero Keita y después Jofre tuvieron buenas ocasiones para recortar distancias, pero finalmente no fue así y los de Gómez deberán viajar a Cornellá con mucha ilusión y esperanza para aumentar las escasas opciones de pasar a octavos de final.

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MVP del partido: Carlos Lázaro