'La INTRAHISTORIA' de Blanquivioletas.com

Sigue la racha de Torres Gómez
Torres Gómez ya sabía lo que era ganar con el primer equipo del Real Valladolid. Ahora tras el partido ante el Celta de Vigo se sabe más. Siempre que el madrileño ejerce de entrenador del primer equipo anota tres goles. En su debut, en la temporada 2005/2006, el resultado ante el Xerez fue de 3-1, y eso que el colegiado anotó dos goles legales. Esta vez el marcador ha sido más ajustado pero el encuentro más interesante. El resultado ha sido más gratificante porque los tres puntos dejan a sus jugadores en la parte alta de la clasificación. Por aquel entonces, abril de 2006, los tres puntos sólo sirvieron para acomodarse en los puestos tranquilos de la tabla.

No con Luis Aragonés
La instintiva al ver saltar a Jacobo al terreno de juego fue clara: “Este con Luis Aragonés no juega así”. El portero vallisoletano disputó el partido ante el Celta vestido íntegramente de amarillo. Color que el campeón de Europa con la selección española repudia como tantos otros entrenadores de fútbol como Paco Flores. Este último hasta límites inimaginables. El gafe del color se vio en la actuación del cancerbero que no tuvo su mejor día. Falló en ambos goles pero la mala suerte no se vio en el equipo que se hizo con una victoria importante.

Al estilo Di María
Hace unas semanas hablábamos de que Jorge Alonso celebraba los goles de la misma forma. Tras transformar un penalti se marchaba hasta el banderín de corner situado en la banda derecha y lo golpeaba suavemente. En el partido ante el Celta de Vigo anotó pero cambió la celebración. Pese a marcharse hacia la derecha no se dirigió hacia la esquina. Buscó una cámara de televisión para dedicarle el gol a alguien al más puro estilo del argentino Ángel Di María. El salmantino no dibujo con las manos el corazón que realiza siempre el extremo del Real Madrid pero si que dibujó una ‘T’ con sus manos. ¿El destinatario/a? Se desconoce, pero con el júbilo del gol y del momento a nadie le importa.

El frió no llega a Pucela
¿Quién dijo ‘estadio de la pulmonía’? Lo que es seguro es que no sería uno de los jóvenes que se encontraba tras la portería donde Jorge Alonso anotó el gol de la victoria. En un grupo de aficionados al fútbol, que apuntaban a ser de las categorías inferiores del club o de un colegio al que se le habían regalado unas entradas, destacaba un vallisoletano con bermudas. Este niño no se escondía y en los dos tantos del Real Valladolid de la segunda parte fue de los primeros en saltar. Se desconoce si la efusividad se produjo por la alegría de la remontada o por la necesidad de moverse y no morir por congelación porque verle a él, quieto en la grada, y ver a Guilherme, en movimiento pero ataviado con camiseta térmica, guantes…hacia pensar que los dos no compartían estadio.

Imagen de 'Archivo LAV'

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Juan Postigo comenta....

¡El destinatario, o más bien destinataria del gol de Jorge Alonso era su novia Teresa!