Nunca es tarde si la dicha es buena
El refranero español es muy rico. Posee frases y dichos para cualquier momento y, en este caso, la situación del Real Valladolid no es menos. “Nunca es tarde si la dicha es buena”, podríamos decir a la tesitura que vive el club blanquivioleta.

Es cierto, se ha tardado mucho en sentar las bases del nuevo proyecto, pero cuando se ha hecho, han ilusionado a la afición vallisoletana. Carlos Suárez ha comprado el club y esto ha encantado a la afición. Con el poder total del club para el leonés, éste pasa a manos de una persona que se desvive por la institución, algo que muchos pedían a gritos y que antes no ocurría. Con el cambio de dueños, el Real Valladolid se convierte en un equipo con cabeza visible en las más altas instancias. Ahora existe un accionista mayoritario, un responsable máximo.

Tras empezar la casa por la parte más importante, la económica, era momento de crear los principios deportivos. Fue aquí, en un principio, dónde saltaba una duda al más puro estilo del famoso dilema del ‘huevo y la gallina’: ¿qué había que contratar antes, el director deportivo o el entrenador?.

La duda estaba en el ambiente pero Carlos Suárez le puso remedio rápido y contrató a la persona más importante dentro de un proyecto deportivo, el entrenador. Para este menester el Real Valladolid ha confiado en Miroslav Djukic. La contratación del ex entrenador del Hércules no ha despertado demasiado interés en el aficionado, pero las condiciones de su fichaje sí. Por primera vez en mucho tiempo, quizás la primera vez en la historia, el club pucelano otorga una confianza al entrenador de tres temporadas. La institución se hipoteca y lo hace confiando en el entrenador, algo que se solicitaba desde muchos frentes vallisoletanos. El club confía, y a la vez se hipoteca pero por unos principios e ideas. El club cree en un proyecto y lo hará hasta el último minuto.

En este último aspecto Carlos Suárez se ha mostrado tajante. No quiere estar cambiado de proyecto y de idea todos los veranos. Por ello confía en este nuevo proyecto. El giro es total dentro del club. Ahora tan sólo falta que el aficionado, como diría el club, no afloje y que se ponga en pie, porque vamos a volver, y esta vez de la mano de Miroslav Djukic.