El Real Valladolid se impone claramente al Nastic de Tarragona por un contundente 0-3. Majestuosos últimos 15 minutos de la primera parte de los de Djukic

¿Y Javi Guerra qué? La pregunta que los aficionados del Real Valladolid se hacían al ver la convocatoria de Miroslav Djukic cambiaba de prisma con el paso de los minutos del partido en Tarragona. El buen hacer de los hombres de ataque del equipo vallisoletano cambiaba la pregunta sobre el delantero malagueño en sólo 45 minutos.

Desde el pitido inicial de Sureda Cuenca el Real Valladolid dominaba el juego. Se hacía con la posesión de balón merced a las señas de identidad que Miroslav Djukic ha querido imponer desde su llegada. Posesiones largas, profundidad por bandas con laterales muy avanzados y dinamismo del fútbol interior. Las bazas blanquivioleta se veían desde el primer minuto. Eso sí, de lo que adolecía el fútbol visitante en el inicio era de pegada, de presencia de los jugadores más ofensivos en el área rival. En el momento en que Óscar González y Alberto Bueno encontraran su sitio y se asentaran en el terreno de juego el gol llegaría con casi toda seguridad.

Dicho tanto y tan esperado asentamiento de hombres vitales para el Real Valladolid llegaba en el minuto 32. Pasada la media hora Alberto Bueno anotaba el primer gol de la temporada al remachar un centro de Carlos Peña. El madrileño se estrenaba mientras acallaba las palabras que afirman que su fútbol no es de delantero centro ni de hombre de gol. La anticipación, la facilidad de remate y el estilo hicieron pensar en el ‘9’ no presente en Tarragona, Javi Guerra. Pero no, no era el malagueño, era el nuevo delantero del Pucela, el cual y pese a no llevar el dorsal de los matadores, los marca a pares.

Conexión charra para matar el encuentro antes del descanso
Alberto terminaría marcando el 0-3 merced a una gran jugada del Real Valladolid y un pase majestuoso de Óscar González pero antes del tercer tanto era otro charro, y no el ‘10’, el que se desquitó los malos recuerdos de la temporada pasada. A cinco minutos del final de la primera parte, Jorge Alonso demostraba la pegada que posee al rematar en dos ocasiones en tan sólo unos segundos y en casi los mismos metros cuadrados. El medio centro marcaba y hacía el 0-2 cuando los visitantes bordaban su estilo de juego y mareaban y asustaban al rival.

Del protagonismo del ex unionista Jorge Alonso se pasaba en escasos segundos al detalle de estrella del otro salmantino del ataque. El pase de Óscar González para que Bueno hiciera su segundo tanto y el tercero del equipo fue único, majestuoso. El destello de calidad del ‘10’ blanquivioleta finiquitaba con una guinda de oro 15 minutos de fútbol de grandes quilates. El último cuarto de hora blanquivioleta mataba el partido y demostraba a los espectadores de la ‘Liga adelante’ quién es este Pucela y cuáles son sus credenciales.

45 minutos que sobran
Del detalle de Óscar y el segundo tanto del Alberto Bueno se llegó al final de los primeros 45 minutos o del partido, según se quiera ver. Tras el descanso ninguno de los dos equipos hizo presencia de fútbol en el Nou Stadi de Tarragona. Los locales no podían y se preocupaban más de no encajar goles que de reducir distancias. Los visitantes, por su parte, vivían de rentas e intentaban afrontar los minutos con sabiduría y con el claro objetivo de lastrase lo menos posible para el siguiente partido. Todos sabían que el partido estaba finiquitado en el minuto 45 y vivieron la segunda parte como un tramo más de la pretemporada.