El Real Valladolid pierde una renta de dos goles en cinco minutos de imprecisiones ante el colista. Camacho y Bauza igualan los tantos de Óscar González y Javi Guerra

Decir que este Real Valladolid no tiene punto medio es algo obvio. Los futbolistas de Miroslav Djukic son capaces de plantar cara y merecer la victoria en casa del líder pero llegar al punto de ser barridos por un equipo que no conoce la victoria como ocurrió ante el Real Murcia. Esta vez en Huesca, los pucelanos han llegado a cumplir ambos extremos en un mismo partido para finalmente llevarse un punto del estadio del último clasificado.

Los blanquivioleta son sólo capaces de obtener un punto en Huesca pese a comenzar el partido de la mejor forma posible: provocando una amarilla al lateral izquierdo oscense y haciendo un gol cuando tan sólo se llevaba un minuto de juego. Ya en la segunda parte, Javi Guerra aumentaba una diferencia que el equipo tiraría en tan sólo tres minutos. Finalmente, el Pucela se hacía con un punto en un estadio complicado, pero en el campo del último clasificado, un equipo con tan sólo posee una victoria y que en muchos momentos acogotaba a un Pucela capaz, una vez más, de lo mejor y de lo peor.

Mágico González capítulo primero
Óscar González esta temporada va camino de llevarse el apodo de ‘Mágico’ al más puro estilo del famoso futbolista salvadoreño. Nadie en la categoría de plata del fútbol español juega con la tranquilidad del salmantino. Su calidad provocó la falta del primer gol que él mismo anotaba cuando casi no se llevaba un minuto de juego. Tras el gol, el ‘10’ pucelano no paraba y seguía destrozando las líneas bien plantadas de la Sociedad Deportiva Huesca. Eso sí, pese a estar juntas y bien estructuradas el ex del Real Zaragoza rompía fácilmente con un pase o una diagonal. Después, el equipo no finalizaba y perdonaba pero él lo seguía haciendo. Pese a todo, el Pucela perdonaba y lo haría hasta en cuatro ocasiones. La última podía haber llevado el 1-3 al marcador y el fin al partido pero Javi Guerra mostraba su falta de acierto al verse sorprendido por el incasable Luis Helguera.

Óscar comandaba al Pucela durante una hora de partido pero en ese tiempo el Pucela no fue capaz de cerrar el encuentro. Pese a tener profundidad, juego interior, seguridad defensiva y, ante todo, pese a anotar el segundo tanto, obra de Javi Guerra, el equipo local se recuperó al hacer de penalti el 1-2 y el Pucela se venía abajo unos minutos que le mataron.

Dejen paso al correcalles
Con el tanto de Juanjo Camacho desde los once metros el Huesca se metía en el partido. Fuera justo o injusto los oscenses conseguían acogotar al Pucela y generar un partido de ida y vuelta del que fueron los grandes vencedores. Al poco de comenzar su partido, Bauzá, con la fortuna de un rechace, hacía el empate tan sólo tres minutos después del 1-2. Con el empate, un Huesca que se veía victorioso y lanzado buscaba el tercer tanto. Aquí surgía un nuevo Valladolid que intentó buscar una victoria que no llegaría porque la falta de concentración y el nerviosismo golpeó al equipo cuando más templanza se necesitaba.

En un periodo de tres minutos, en el que el Pucela debía haber practicado ese ‘otro’ fútbol necesario en Segunda, el Huesca salía victorioso al hacer perder dos puntos a un equipo que jugó mucho más tiempo pero que no consiguió matar el partido en los momentos clave, esos periodos que el Huesca sabe aprovechar al 100%.