Muchos temblaban ante las bajas de tres de los cuatro delanteros del Real Valladolid pero Manucho quitaba los agobios con un gran partido y dos goles. Las ausencias de Aquino, Bueno y Javi Guerra fueron suplantadas por el angoleño que se marcaba un partido sublime con trabajo en todas las zonas del terreno de juego. En el primer acercamiento con peligro real del Pucela, el ‘25’ hacía el 1-0 para escasos minutos después defender en área propia y solventar una situación de peligro del Villarreal B en una falta lateral. Manucho era otro y el Real Valladolid comenzaba desde el pitido inicial para aprovechar su estado físico y motivación.

El gran partido del ex del Manchester United era vital para la victoria pero también el trabajo de Sisi González. Una vez más el extremo se partía la cara por el equipo, esta vez no de forma figurada, y guiaba el juego de ataque del Pucela. Entre uno y otro desmantelaban al filial del Villarreal, que recorta distancias cuando ya no había casi posibilidades de sacar algo positivo del feudo blanquivioleta

Hablando se entiende la gente
Minuto cinco de partido. Nauzet Alemán lanza un saque de esquina pero nadie lo remata. La intención del ‘7’, que era buscar la cabeza de Manucho, resulta fallida. Tras la jugada en cuestión ambos futbolistas hablaron y al poco disfrutaron de la venganza para realizar la jugada. La venganza fue tal y el angoleño hacía el 1-0 tras asistencia del canario en el minuto 14.

Con el segundo tanto de Manucho en esta temporada el Real Valladolid se adueñaba del partido. Hacía del balón su jugador número 12 y marea al rival con transiciones rápidas y grandes combinaciones. Por momentos lo de Djukic eran el único equipo sobre el terreno de juego y merecían el segundo. Juego por bandas y profundidad de los laterales eran las premisas ideadas por el entrenador serbio para el partido. Cada extremo tenía sus peculiaridades que hacían del juego local, teóricamente anárquico, un estilo muy organizado. Las diagonales de Sisi eran acompañadas por la profundidad de Peña y las internadas de Nauzet eran protegidas por Balenziaga que buscaba el centro desde segunda línea.

El formato, al que parece que se ha decantado Djukic, daba en los primeros 45 minutos muchas posibilidades a un Pucela que descansaba con un marcador más corto del merecido por méritos de uno e incomparecencia del otro.

Hasta que Mariño le dejó
Pese a la victoria, los dos goles de Manucho y el gran partido de Sisi, nada fue perfecto. Dejando a un lado el gol de Jesús Rueda que no decantó la balanza hacia ningún lado, el aficionado se machó del estadio angustiado por la lesión de Sisi. El albaceteño se marchaba sangrando tras una entrada salvaje del porteo del Villarreal B.

Diego Mariño golpeaba en la cara al ‘21’ que se marchaba dolorido pero contento por el aplauso y cariño de la afición y porque es consciente que sigue manteniendo ese nivel de forma que le ha llevado a ser uno los jugadores más determinantes de la categoría en este comienzo de temporada. Nada ni nadie ha podido con el albaceteño este año y seguro que la entrada de Mariño tampoco puede. Éste Sisi tiene alma igual que la tiene Manucho y toda una plantilla que pese a los malos momentos económicos ha dado una lección de compromiso y lucha por el club y por el objetivo para el que están.