El mes de febrero fue el más importante del año 2011 al ser en el que se dio el cambio de dinámica del equipo. El segundo mes del año será recordado por el triunfo de Huelva y el debut de Nafti

El mes de febrero de 2011 empezó en el Real Valladolid con la presentación de uno de los jugadores más importantes de la temporada, el franco-tunecino Mehdi Nafti. A finales de enero se cerró su fichaje y el día 1 fue presentado en el José Zorrilla. El futbolista, que resultaría vital en la resurrección del Pucela, debutó en la segunda jornada del mes cuando se visitó al Recreativo de Huelva. La victoria en El Colombino valió para borrar la dolorosa derrota en Granada y significó el comienzo de tres victorias consecutivas ante rivales de la entidad de Elche o Real Betis.

En la reacción que tuvo el equipo hay gran parte de culpa en el 8 de febrero. Aquel día, y antes del partido ante el Recreativo de Huelva, García Calvo, director deportivo blanquivioleta, salió en rueda de prensa para confirmar el puesto del entrenador y asegurar su presencia en el Real Valladolid hasta final de temporada. Este detalle llegaba un año y una semana después de que José Luis Mendilíbar fuera cesado del Real Valladolid tras tres temporadas y media. Después del vasco habían sido cuatro los entrenadores que se habían sentado en el banquillo del primer equipo (Onésimo Sánchez, Javier Clemente, Antonio Gómez y Javier Torres Gómez) y García Calvo buscó con esta comparecencia crear una confianza sobre el entrenador y dar un toque de atención en el vestuario.

Cambio de sistema
Hasta que el Real Valladolid visitó el Nuevo Colombino, Abel había disputado ocho partidos y sólo había obtenido cuatro puntos sobre 24 posibles. Los datos hicieron pensar al entrenador que cambió su planteamiento en Huelva. Allí decidió buscar un doble pivote diferente con Javi Baraja y Mehdi Nafti que dio un giro al fútbol del equipo y un cambio radical a los resultados del equipo.

Desde el debut de aquella pareja el 13 de febrero hasta el final de la temporada, el Real Valladolid perdió tres partidos y sólo fueron dos cuando tunecino y vallisoletano coincidieron en el terreno de juego. Sin duda, dar en el centro del campo con estos dos futbolistas de corte defensivo fue crucial para el devenir positivo del equipo pucelano.

El 2 de febrero de 2011 se cumplía un año desde la despedida de José Luis Mendilíbar del Real Valladolid. Después del entrenador de Zaldívar fueron tres oficiales los que pasaron por el que fue su banquillo, demostrando que el cambio no fuer acertado. Por ello, y parafraseando la última pregunta que se le hizo al entrenador vasco en su despedida, en estas líneas se podía leer el artículo “Y tanto que lo íbamos a echar de menos”, hablando de la de cómo había cambiado el Pucela desde su marcha de los banquillos, un trabajo que tardó poco más de un año en retomar al firmar el 15 de este mismo por Club Atlético Osasuna.

La situación del equipo y los vaivenes en el banquillo blanquivioleta hacían más reseñable el año sin Mendilíbar que vivía el Pucela. Todos miraban a Carlos Suárez al considerarle el culpable de la situación insostenible que tenía el equipo. Las críticas del aficionado iban enfocadas al máximo dirigente pero también al entrenador. Abel Resino vivió un mal comienzo de febrero pero los resultados corrieron a su favor y mejoró las opiniones sobre él. Es más, a la largo el mes febrero fue crucial para el toledano ya que en este mes recuperó definitivamente a Óscar González y eso que tuvo tras el partido de Huelva una opción inmejorable para cortar la progresión del salmantino. Pero no, Abel confiaba en Óscar y el tiempo le dio la razón. Por ello, por la recuperación del '24', el exentrenador del Atlético de Madrid es considerado el personaje positivo del segundo mes del año.