Si el segundo mes del año 2011 significó el cambio radical del Real Valladolid y el asentamiento de la idea de Abel Resino con Mehdi Nafti y Javier Baraja como líderes, el tercero fue el periodo en el que los pucelanos afianzaron la idea que buscaba el cuerpo técnico. Tres victorias, un empate y una derrota dejaron a marzo como el mes con la segunda cifra más alta de puntos en todo el año 2011.

Las victorias ante Ponferradina y Girona, además de la goleada obtenida en Salamanca tuvieron un protagonista especial, Javi Guerra. El delantero malagueño anotó cinco de los 11 goles de este mes. Sus dobletes en los dos derbis regionales y el vital tanto ante el Girona, hicieron del ‘9’ el hombre del momento. Pese a que el ex del Levante era el que se llevaba los elogios por sus goles, detrás había hombres que se habían ganado el puesto y que habían contribuido al cambio de rumbo del equipo, el cual volvía a mirar los puestos altos de la clasificación.

Tres nombres propios
En el partido ante el Recreativo del mes de febrero dos hombres aprovecharon su oportunidad. Antonio Barragán y Jordi Figueras se hicieron con la titularidad en tierras onubenses pero no fue en hasta este mes de marzo cuando afición y club se dieron cuenta del nivel de ambos jugadores. Algo parecido ocurrió con Javi Jiménez, el portero del Promesas.

Abel no confiaba ni en Justo Villar ni en Jacobo y decidió darle la oportunidad al riojano ante la Ponferradina. Pese a que el debut del cancerbero fue ante el Villarreal B en enero, fue en el derbi ante los bercianos cuando Jiménez se sintió importante al gozar de la oportunidad por delante de dos compañeros. Su nivel en la victoria por 2-1 ante el equipo de Claudio Barragán fue un antes y un después en el dilema que había existido toda la temporada en Valladolid con el tema de la portería. Desde el 6 de marzo Javi Jiménez era el portero titular del primer equipo del Real Valladolid. Se había terminado el debate.

Jordi Figueras era uno de los jugadores del momento en el mes de marzo. Además de por sus brillantes actuaciones, el central catalán recibía elogios porque el Real Valladolid con su presencia en el terreno de juego, siempre había ganado en el estadio José Zorrilla.

De los encuentros que hasta mediados del mes de marzo había disputado el Pucela con Jordi como local, se habían ganado todos. Ya fuera en Liga como en Copa del Rey, de titular o de suplente o incluso, con Abel Resino o Antonio Gómez, Jordi era un seguro de vida. De ahí que en estas líneas se pudiera leer “Jordi, el seguro del estadio José Zorrilla”.

Si en este mes de marzo el Real Valladolid obtuvo la segunda mejor cifra de puntos de todo el año 2011, fue en gran parte de culpa por Javi Guerra. Sus dos goles agónicos ante Ponferradina y Girona valieron puntos importantes para un Pucela que se encontraba en pleno cambio de jugadores. Hombres como Antonio Barragán empezaron a tener un puesto fijo en el equipo y fue, como no podía ser de otra manera, en detrimento de otros compañeros. Para la entrada del hoy jugador del Valencia, el sacrificado fue Pedro López. El lateral de Torrent perdió el lateral derecho vallisoletano tras más de tres temporadas siendo el jefe y el dueño del carril del ‘2’. Una pérdida de puesto que terminó con su salida en el mes de junio.