El Real Valladolid cerraba el mes de abril con las mejores cifras de todo el año. Imbatidos y con 11 puntos sobre 15, los de Abel superaron un mes de rivales de entidad

Tras la goleada por 0-5 en Salamanca, el Real Valladolid debía hacer frente a un calendario duro que le enfrentaba con equipos de la zona alta y de gran nivel. Pese a la envergadura de los rivales el tramo conplicado del calendario llegó en el mejor momento. Los enfrentamientos ante Celta de Vigo, Rayo Vallecano, Xerez o Cartagena mostraron el verdadero nivel del Real Valladolid y lanzaron al resto de rivales del Pucela el miedo sobre el afianzamiento de un equipo que pasó malos momentos, pero que tras el mes de abril salió como un equipo solvente y seguro de sí mismo.

Tal era el nivel de confianza del Real Valladolid en el cuarto mes del 2011 que dos de los duelos se ganaron en los últimos minutos de partido. En las visitas de Xerez y Fútbol Club Barcelona B dos goles agónicos de Javi Guerra otorgaron los correspondientes seis puntos al equipo pucelano. Por estas fechas el equipo mostraba mucha seguridad. Demostraba saber a qué jugaba y lo hacía gracias, entre otras muchas cosas, al buen estado de forma de Nauzet Alemán y Óscar González.

Un once casi de memoria
La mejoría física del salmantino y del canario les hizo básicos en los esquemas de Abel Resino al igual que otros ocho compañeros. Durante este mes el cuerpo técnico que dirigió el entrenador toledano sólo tuvo la duda del extremo izquierdo. El resto eran jugadores fijos domingo tras domingo.

Javi Jiménez era básico en la portería como lo eran Antonio Barragán, Jordi Figueras, Juanito y Carlos Peña en defensa. No menos importantes Baraja y Mehdi Nafti en el centro del campo y, ni mucho menos, Javi Guerra en la punta de lanza. Estos ocho futbolistas junto a Sisi, Jofre y Álvaro Antón, que se intercambiaban en el extremo izquierdo, el Real Valladolid dispuso durante todo el mes de abril un once que el aficionado se podía saber casi de carrerilla.

Durante los seis primeros meses del 2011 todo eran halagos para Mehdi Nafti. El futbolista franco-tunecino resultaba básico en el Real Valladolid y lo hacía al haber convertido los recelos y dudas de su fichaje en grandes actuaciones y gestos de un liderazgo que el vestuario necesitaba.

Ya no es que desde su debut el Real Valladolid diera un cambio radical a los resultados, que también, lo importante era vr que desde su llegada habían cambiado muchas cosas en el Real Valladolid. Detalles pequeños y no tan insignificantes señalaban directamente al ex del Racing de Santander como el culpable del cambio. De ahí, que en estas líneas se pudiera leer “Mehdi Nafti, el nombre del cambio pucelano”.

Dos de los futbolistas salmantinos del Real Valladolid fueron los dos protagonistas el mes de abril del año 2011. Óscar González fue el protagonista positivo puesto que se afianzó en el once del Real Valladolid definitivamente y lo hizo merced a actuaciones de gran nivel y goles de gran belleza como el que hizo en Balaídos ante el Celta de Vigo. Por otra parte, Jorge Alonso fue el personaje negativo del mes al vivir en estos días sus últimos minutos como futbolista del Real Valladolid de Abel Resino. Su titularidad ante el Xerez fue su última participación. La mala actuación que tuvo ante el equipo de Javi López fue el punto y final de una temporada que fue de más a menos y que le dejó los últimos partidos de la temporada fuera de las convocatorias.