El mes de noviembre terminó para el Real Valladolid con una nueva imbatibilidad. Pese a ello la nota al mes no era alta al empatar en casa del Huesca y el Cartagena

El reciente mes de noviembre del 2011 fue positivo para el Real Valladolid, aunque no todo lo que debería haber sido. Los futbolistas de Miroslav Djukic consiguieron dos importantes victorias en casa. Primero ante el Xerez y, poco más tarde, ante el filial del Villarreal. Ambos triunfos llegaron por el mismo resultado, 2-1. Dicho marcador no venía más que a resumir lo que por aquel entonces eran los blanquivioleta.

El Pucela se había convertido en un equipo serio en ataque, muy seguro, pero algo débil en defensa. La muestra de dicha debilidad quedó patente en Huesca. En El Alcoraz los visitantes se adelantaron por 0-2 pero terminaron claudicando y cedieron dos puntos al encajar dos goles. La igualada ante los azulgranas demostraban lo mucho que debía mejorar los pucelanos en defensa para así, intentar reducir la cifra de goles encajados y es que pese a los ocho puntos de este mes, Jaime Jiménez encajó cuatro goles en el mismo número de partidos.

Vía libre para Manucho
¿Cedemos a Dani Aquino? ¿Nos desprendemos de Manucho? Las dudas sobre los hombres de ataque del Real Valladolid se hacían más ostensibles con el paso de las jornadas. Por un lado las escasas oportunidades de Aquino y el ostracismo que por momentos vivía el angoleño suscitaron preguntas que no tuvo que responder el técnico, las respondieron las lesiones y la mala fortuna.

De forma consecutiva hasta tres futbolistas del Real Valladolid cayeron lesionados. Primero fue Alberto Bueno el que se lesionó la rodilla. Más tarde Aquino el que se lastimó el tobillo y, por último, Javi Guerra el que sufrió unas molestias. De esta forma y en apenas dos semanas el Real Valladolid pasaba de tener cuatro delanteros o sólo uno, Manucho. El jugador que no había contado en pretemporada y que no había sido convocado hasta la novena jornada era el único ‘9’ para los duelos ante Villarreal B y Cartagena.

Pese a que la plaga de lesiones fue la protagonista durante el mes de noviembre, un cambio táctico que realizó el cuerpo técnico del Real Valladolid tuvo mucho protagonismo. Después de que hasta cinco jugadores ocuparan el puesto de lateral derecho, Djukic apostó por Mikel Balenziaga en el carril del ‘2’ en el partido de Huesca.

En El Alcoraz cambió el guión y con ello parte del juego blanquivioleta. Al tener un futbolista de perfil zurdo en el carril derecho el juego tanto ofensivo como defensivo del Real Valladolid cambia hasta el punto de ofrecer dudas en la afición. Ante ello, en el blog se podía leer “El Pucela con Balenziaga de lateral diestro”.

La noticia del mes de noviembre marcaba uno de los protagonistas. Manucho en un solo mes de competición hacía la mitad de goles que en toda la primera temporada que estuvo en Pucela. Es más, en un solo partido. El encuentro que el angoleño realizó ante el Villarreal B en el estadio José Zorrilla fue merecedor del premio al protagonista positivo del mes. Se lo había ganado con su trabajo. Por el contrario, el que no se había ganado el premio negativo del mes fue Dani Aquino. El murciano se lesionaba y lo hacía en el peor momento. Justo cuando Bueno se lesionaba y Manucho estaba con su selección, el ex del Real Murcia sufría una lesión de tobillo que le dejaba en el dique seco más de un mes.