Con la segunda vuelta del campeonato liguero ya comenzada hay algo que queda claro en este Real Valladolid: ganar al equipo de Miroslav Djukic es altamente complicado. Los futbolistas del entrenador serbio no viven altibajos y no cambian su estilo de juego ya jueguen en el estadio José Zorrilla o fuera. Tal es la seguridad del juego del actual Pucela que sus cifras son insuperables.

Ningún equipo, desde que se instauró la competición de 22 equipos, ha conseguido sobrepasar la primera jornada de la segunda vuelta con menos de las dos derrotas que hoy por hoy tienen los pupilos de Miroslav Djukic. Los únicos dos partidos perdidos por este Real Valladolid son cifras insuperables, datos que sólo han conseguido empatar cuatro equipos pero que nadie ha conseguido superar.

No es sinónimo de ascenso, todo lo contrario

Por las actuales fechas de campeonato han sido solamente cuatro equipos los que desde 1997 han perdido en dos ocasiones en la jornada 22. La Unión Deportiva Las Palmas lo hizo en la  temporada 1997/1998, el Badajoz en la 1999/2000, el Albacete Balompié en la 2002/2003 y el Celta de Vigo en la temporada pasada. Lo curioso radica en que pese a lo bueno de las cifras con más de media temporada transcurrida, sólo uno de los cuatro equipos se hizo con el ascenso a final de temporada.

El Albacete de César Ferrando, y en el que se encontraba Álvaro Rubio, ha sido el único conjunto que firmando las mismas derrotas que el actual Pucela tras la primera vuelta y luego ha conseguido ascender.

Ni el mejor equipo de la historia

Estos datos no hacen más que remarcar la dureza de la competición pero sin restar relevancia a que sólo dos equipos hayan sido mejor que tú en el cuerpo a cuerpo con media temporada en el bolsillo. El mejor ejemplo de la importancia final de la estadística es que ni el mejor equipo de la historia de la Segunda división, es decir, el Real Valladolid de José Luis Mendilíbar, firmaba en la jornada 22 menos de dos derrotas.

Por aquel entonces los pucelanos habían perdido tres encuentros pero se encontraban como líderes de la clasificación. Con todo esto se puede resumir que el hecho de que Djukic y los suyos hayan perdido tan sólo dos partidos es bueno, casi histórico porque nadie los supera, pero no es vital. Es una buena señal para el futuro, pero sólo eso. Quedan 20 jornadas en las que los pucelanos deben seguir forjando esa dureza que provoca que sea muy difícil ganarles e, incluso, hacerles un gol.