El Pucela recupera la senda de la victoria gracias a un gol de penalti de Víctor Pérez. El equipo con muchos altibajos en el juego, puedo obtener más renta pero, también, perderla 

Como dijo Samuel Eto’o una vez en la lucha del Fútbol Club Barcelona por el título de Liga: “tres puntos más, un partido menos”. El resumen del futbolista camerunés iba encaminado al hecho de que el equipo no había jugado bien pero que había sumado tres puntos y había recortado una fecha al calendario del equipo hasta el final de temporada. Los culés volvían a sumar d tres en tres y demostraban estar en la dinámica necesaria para la obtención del objetivo final. 

En idéntica situación a la que el hoy jugador del Anzhi ruso describió hace varias temporadas se encuentra el Real Valladolid tras superar al Girona en el estadio José Zorrilla por un tanto a cero. El gol, obra de Víctor Pérez desde los once metros, significaba una importante victoria que deja en historia la derrota de El Arcángel de hace una semana. Es cierto que a lo largo de los 90 minutos pudieron pasar muchas cosas, desde una mayor renta del equipo local hasta un gol que hubiera llevado el empate al marcado del estadio José Zorrilla pero, a fin de cuentas, el Real Valladolid ganaba y regresaba a la necesaria senda del triunfo. Cómo la ha conseguido es otro asunto. El juego debía pasar a un segundo plano porque la victoria ante el equipo de Uribe era vital. 

Ausencia muy notoria 

Cuando el colegiado el encuentro señalaba el final del partido, el estadio José Zorrilla respiraba. Lo hacía porque la renta era corta y cualquier fallo propio o acierto del rival podía costar dos puntos. El marcador era escaso y limitado y lo era por la ausencia de Óscar. No es bueno lamentarse de la ausencia de los que no están pero el devenir del partido reflejaba que con el ‘10’ el partido hubiera sido otro completamente distinto. Es más, en los primeros 25 minutos del segundo periodo los de Djukic hubieran finiquitado el partido con el canterano en el terreno de juego. Las circunstancias del encuentro hacían vital su juego entre líneas y su pase final. 

La ausencia de uno de los jugadores más en forma del equipo rompía muchas de las posibilidades demostrando la importancia del ‘10’ y dando mayor relevancia al partido realizado por el equipo y a los tres puntos obtenidos finalmente. 

Finalmente saltaron las alarmas 

Cuando se confirmaba la lesión de Óscar González para tres semanas se encendieron las alarmas del Real Valladolid. A la ausencia del charro había que sumar la alerta amarilla en la que vivía Javi Guerra. El malagueño estaba con cuatro cartulinas amarillas y en el minuto 40 sobrepasó la línea para insertarse durante una semana en la zona de la sanción por acumulación de amonestaciones. 

Con la baja del salmantino y la del malagueño, Djukic deberá probar e inventar durante una semana para dar con la dupla de ataque ante el Real Murcia. No será fácil puesto que ambos han formado la pareja titular en 14 de las 25 veces jornadas de Liga adelante y con muchas garantías. Bueno y Manucho, ataque pucelano durante 20 minutos del duelo ante el Girona, son la opción más factible para la Nueva Condomina, estadio en el que los blanquivioleta deberán seguir la dinámica de sumar puntos y restar partidos.