Nunca nadie en año y medio hizo tanto por un equipo de fútbol. Nafti llegó al Real Valladolid con el equipo más cerca de Segunda B que de Primera y se marcha tras el ascenso a Primera 

En la mayoría de las ocasiones un ascenso conlleva decisiones dolorosas. En el 2007, cuando Mendilibar ascendió con el Pucela, jugadores como Chema o Iván Hernández tuvieron que abandonar la disciplina blanquivioleta. Eran bajas dolorosas pero necesarias. El club quería dar entrada a otros jugadores y estos no tenían sitio. Hace cinco años, vivieron lo que está viviendo en este momento Mehdi Nafti. 

El franco-tunecino, futbolista de tremenda importancia en esta temporada, debe decir adiós al equipo porque el club así lo considera. Seguro que el ‘16’ no tiene un pero para la decisión porque desde que llegó, hace 18 meses, ha mirado exclusivamente por el beneficio de la entidad blanquivioleta. Es más, tal ha sido el compromiso del jugador, que este ascenso de categoría tiene en él mucho más peso del que se le puede otorgar en el aspecto deportivo. 

Cambio radical son su llegada 

Cuando Nafti firmaba por el Real Valladolid, el club estaba a tan sólo tres puntos de los puestos de descenso a Segunda B. Su llegada fue una bocanada de aire fresco para el equipo que recibió litros de carisma y personalidad en su vestuario. El cambio no tardaría en llegar. Con el ex de Aris de Salónica o Racing de Santander en el equipo, los de Abel Resino mejoraron sus cifras y se colocaron en puestos de play-off. 

Tan sólo una nefasta actuación de Amoedo Chas en el Martínez Valero privó a los pucelanos de un ascenso, que con Nafti en el equipo, merecieron por puntos, carisma y juego. El destino robó en junio de 2011 el ascenso pero lo ha otorgado un año después. 12 meses más tarde Nafti ha firmado su segundo ascenso a Primera antes de saber que Djukic no contaba con él para el retorno a Primera. 

Se marcha un héroe 

Con el éxito del objetivo marcado en el bolsillo, Mehdi Nafti se marcha del estadio José Zorrilla y lo hace como un héroe. Puede parecer descabellado otorgar tinte tan grande al tunecino pero si apelamos a la definición que la Real Academia de la Lengua otorga al término, nada es exagerado. 

Para la R.A.E. héroe es “un hombre que lleva a cabo una acción heroica” y él lo ha hecho. Llegó con el equipo rozando el descenso a Segunda B y lo deja en Primera división. Quizás futbolísticamente no es el jugador más atractivo, pero como compañero y líder del vestuario es el más capacitado y señalado del triunfo de este vestuario. 

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