Nauzet celebra el gol conseguido ante el Sabadell este año (RealValladolid.es)

Tras tres temporadas en el Real Valladolid, Nauzet regresa a la Unión Deportiva Las Palmas. Lo hace con el Pucela en Primera división, misma categoría a la que llegó en el año 2009 

Luces y sombras. Una relación de amor y oído es lo que ha vivido Nauzet Alemán en las tres temporadas en las que ha estado en el Real Valladolid. Sus dudas y declaraciones en los diferentes veranos le pusieron en la picota pero su juego, talento y liderazgo le han convertido en un pilar básico para el ascenso a Primera división.

Nauzet se marcha del estadio José Zorrilla. Lo hace siendo mejor futbolista de lo que lo era cuando llegó avalado por Roberto Olabe en el verano de 2009. El canario regresa su casa. Consigue el objetivo que se había marcado casi desde que llegó a la entidad vallisoletana. Pese a la meta que tenía desde hace varios meses y los problemas familiares, el extremo canario ha rendido en los 99 partidos oficiales que ha jugado. El mejor ejemplo de su compromiso año tras año se encuentra en la aumento de la cifra goleadora.

Efímero pero buen debut en Primera 

El canario fue fichado para jugar en la élite. Nauzet dejaba su amada tierra para poder debutar en la máxima categoría. Lo hacía el 30 de agosto de 2009 en el estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería. En la jornada siguiente, y ante el Valencia, conseguía su primer gol. Su comienzo de temporada fue espectacular. Con un doblete al Deportivo la Coruña y un golazo en el Santiago Bernabéu, sumaba cuatro goles en la octava jornada, que le llegaron a situar en la órbita de equipos punteros.

Con el paso de los meses su rendimiento bajó. Empezaron los problemas y el canario salió de los planes de Mendilibar y casi no entró en los de Onésimo y Clemente. Ahí comenzaba las primeras dudas del jugador para continuar. Unas declaraciones en Canarias le hicieron mucho daño pero el jugador pronto se encargó de borrarlas. Compromiso y fútbol desde el primer le hicieron ser pieza clave para Antonio Gómez y Abel Resino.

La espina del descenso

En su segundo año en Valladolid no borró el mal recuerdo del descenso. Ha tenido que esperar a esta campaña, la tercera, para lamer el éxito con el Real Valladolid. Lo ha conseguido al dejar al Pucela en la misma categoría en la que llegó. Nadie puede reprochar nada al jugador porque llegó para jugar en Primera y deja al equipo en esa categoría. Lo pasado, pasado está y lo cierto es que el jugador ha colaborado positivamente para el retorno.

Sus nueves goles y siete asistencias le han convertido en unos de los jugadores más determinantes en el tramo final. De ahí, de su importancia en los momentos decisivos, viene el dolor por su marcha. Todos lloran el adiós del canario porque la magia y el talento del ‘7’ no estarán el año próximo en el costado diestro pucelano.

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