Miroslav Djukic aplicaba lo que se esperaba y daba más minutos a aquellos que casi no estuvieron en Aveiro. Había cambio de planes con relación al encuentro de Beira-Mar. La llegada de última hora de Omar Ramos variaba el plan. El extremo canario disfrutaba de 30 minutos y Javi Navas era el sacrificado. Pese a que se informaba de que la víctima del encuentro sería Rubén Peña, eral el canterano el que se apartaba del encuentro para dejar sitio al quinto fichaje pucelano.

Dani Hernández: No estuvo muy acertado en las salidas. La mejor demostración es que los dos primeros goles portugueses llegan en uno contra uno de futbolistas de Paços de Ferreira ante él. Tampoco estuvo entonado en movimientos de salida de balón. Ni él dio confianza a la defensa ni los propios jugadores defensivos a él. Todo fue un cúmulo que dejó el resultado que campeó al final de los 60 minutos.

Víctor Mongil: Cada día que pasa se ve claro que el canterano no está para realizar los movimientos que realiza Antonio Rukavina. Serbio y vallisoletano tiene características diferentes y el más joven es el que sale peor parado. Le cuestan mucho las incorporaciones y apoyarse con el extremo. Fueron muy pocas sus presencias en el último cuarto de campo y, así, fue imposible sacara conclusiones

Carlos Peña: Lo intentaba desde el costado zurdo con centros al área, pero le costaba mucho. Al lateral izquierdo se le veía incómodo en el partido y, entre muchos cosas, era por la falta de entendimiento con Javi Navas. El canterano le acompañaba en banda izquierda y no tenían fluidez en el juego. La entrada de Omar, y sus primeros minutos como pucelano, le ayudaron pero sin llegar a ver la mejor versión de Carlos Peña.

Iván Casado: Se le apreciaba nervioso, sin confianza y muy dubitativo en acciones de recuperación. En el primer gol de Paços de Ferreira el ímpetu y las ganas por poder arreglar la situación le llevaron a error y a precipitarse en las acciones. Como ya le ocurriera en Aveiro, flojeó mucho en la salida de balón.

Jorge González ‘Pesca’: Ante Paços de Ferreira se vio la peor versión de Pesca. El burgalés mostraba gestos claros de cansancio, que le provocaban fallar en las acciones en las que él mejor se muestra. Juego aéreo y golpeo de balón son las mejores credenciales del futbolista. Cuando falla en eso, existe un problema porque el jugador no puede mostrar sus posibilidades para estar en el primer equipo.

Lluís Sastre: Se esperaba más de él para este partido. El mallorquín tenía una gran oportunidad de demostrar que puede estar en el once titular del Real Valladolid, pero tras 60 minutos no dejó muchas opciones. Es cierto que rodeado por futbolistas con más automatismos y más confianza se vería un Sastre diferente, que en todos los entrenamientos deja pinceladas de gran futbolista.

Javier Baraja: Carácter y raza. Ambas características se le presuponen siempre al futbolista que vive en esta pretemporada unos días de ayuda y trabajo con los más jóvenes. Se le ve en el partido ayudando a todos los compañeros para que den la mejor de sus versiones. Baraja sabe poco a poco cuáles son funciones en el equipo y que esas, pasan por pocos minutos y mucho trabajo de puertas hacia dentro.

Javi Navas: Peor, mucho peor que en Aveiro. El ejemplo de que el canterano no estuvo al nivel del encuentro ante Beira-Mar es que en el minuto 30 fue sustituido. El programa decía que sería Rubén Peña el que disputaría menos minutos pero los malos 30 minutos del futbolista le pasaron factura. Djukic no quiere perder ni un minuto de preparación y en su opinión, el abulense no estaba dando el 100%.

Rubén Peña: Una de las notas más positivas dentro de los canteranos. El jugador del Promesas tiene desparpajo y ganas de aportar cosas diferentes a las que pueden añadir sus compañeros. Ante Paços no estuvo tan acertado como ante Beira-Mar pero no sería por falta de intención. El ex del Ávila trabajo a destajo para provocar que en la banda derecha hubiera profundidad.

Juan Neira: Poco a poco. Es constante la idea de que el futbolista argentino necesita minutos y muchos entrenamientos para poder mostrar su mejor versión. Se le aprecía lento en el último cuarto y ansioso por agradar y aportar cosas. Por el contrario, aporta robos y trabajo en apoyo de la línea de medio campo blanquivioleta.

Rubén Díaz: Desparecido. Si ante Beira-Mar dejaba detalles de lo que podía ser, en su segundo encuentro con el primer equipo nada de nada. No ganó ninguna lucha y no fue una salida ante el juego blanquivioleta. No se asoció ni recuperó balones en campo rival. Con el paso de los minutos se le veía desanimado. 

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