Un Pucela resolutivo y con puntería destroza al Rayo Vallecano en los primeros 45 minutos. Pese al tanto inicial de Domínguez, los de Djukic consiguieron una goleada para la historia 

► La rápida reacción del Real Valladolid tras el gol visitante, vital para un resultado tan abultado 

► Manucho, titular por primera vez, protagonista del partido con dos tantos y dos asistencias  

► Bueno, Rukavina y Óscar, en dos ocasiones, colaboraban con el angoleño en el marcador 

Casi sin notarlo. Así remontaba el Real Valladolid el tanto de Domínguez al poco de comenzar el partido. El argentino adelantaba a los madrileños en el minuto cuatro gracias a un potente zurdazo pero diez minutos después nadie recordaba el gol del ex del Valencia. En un breve espacio de tiempo, Manucho y Alberto Bueno se habían encargado de borrar de la memoria el fallo defensivo del 0-1 para dar ventaja a los locales. 

Angoleño y madrileño veían puerta y, sin mucho ruido, levantaban un resultado que pronto se había puesto en contra. Ambos delanteros reflejaban una superioridad en el marcador pucelano con tanto silencio como ‘ficharon’ por el Pucela el pasado 31 de agosto. Los dos, verdaderos protagonistas del partidos, se reivindican con el trabajo, desgaste y, sobre todo, con goles. Ambos demuestran que pese al tiempo apartados del equipo y a competir sin pretemporada en las piernas, están para luchar por el Real Valladolid, aunque sea aprovechando las lesiones de los compañeros.

Tan ‘Mágico’ como siempre 

Si Manucho y Bueno se llevaban la gloria del gol en el primer cuarto de hora, Óscar González no tuvo que esperar mucho más. En el minuto 21 ‘Mágico’ hacía el 3-1 en una demostración del entendimiento entre el ‘10’ y el angoleño. El charro finalizaba por encima de Rubén una reacción meteórica de los jugadores pucelanos tras el 0-1. 

A la media hora el marcador del estadio José Zorrilla reflejaba un 3-1 que se habían guisado el tridente atacante. Entre los tres enterraban las palabrerías sobre la falta de gol del Pucela al asociarse con acierto y rapidez en la frontal del área vallecana. Los goles de la primera parte se forjaban en la zona de peligro del equipo vallecano con pases de escasos metros, segundas jugadas y amplitud de los jugadores de banda. Los laterales también tenían su protagonismo por la necesidad de buscar las cosquillas a la defensa de tres del Rayo Vallecano. 

Abusando de la fragilidad defensiva de los de Paco Jémez, Rukavina hacía su primer gol con el Real Valladolid y cuarto de la tarde. El lateral serbio conseguía su tercer gol como profesional en una demostración más de la llegada y presencia que posee para atacar campo rival. 

Placentera segunda parte 

Con el abultado marcador del descanso, el Real Valladolid salía con tranquilidad y sin nervios a los segundos 45 minutos. Lo amplio del marcador insuflaba confianza y templanza en los locales pero también ganas por seguir haciendo goles. Djukic quería seguir viendo la misma actitud en sus jugadores y lo consiguió. La entrada de Patrick Ebert ayudaba a dar un plus al equipo y a mantener el ritmo vertiginoso de la primera parte. 

Antes de la entrada del alemán, el marcador había aumentado un escalón más. Manucho asistía a Óscar y le devolvía el pase del 2-1 para cerrar definitivamente el encuentro. El 5-1 era una montaña muy elevada para el Rayo Vallecano y más aún tras la asistencia de Ebert a Manucho en el definitivo 6-1. Con la asistencia del ‘20’ y la buena noticia de su regreso, el Real Valladolid terminaba un partido inimaginable y una goleada para recordar y ser guardada en la retina.

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