Carlos Lázaro Vallejo (Medina del Campo, 13/11/1990) es un futbolista feliz. La segunda cesión a la Sociedad Deportiva Huesca está saliendo a pedir de boca y el canterano pucelano poco más puede pedir. Es uno de los jugadores más utilizados por Antonio Calderón, entrenador azulgrana, se siente valorado y ha conseguido ver puerta. Todos es perfecto salvo una cosa, poder degustar una victoria en El Alcoraz esta temporada. Pese a ello, el medio centro se muestra confiado de que este sábado, ante el Girona de Jofre Mateu, se “conseguirá”. 

“Estoy muy bien”, las primeras palabras de Carlos Lázaro al hablar sobre su actualidad son claras. El futbolista es feliz en El Alcoraz porque “en el plano colectivo las cosas están saliendo bastante bien” y porque “en el individual estoy recibiendo mucha confianza del míster”. Quizás todo es algo más sencillo porque el futbolista no ha necesitado aclimatación. Sabía dónde iba y qué se esperaba de él. “Desde el inicio siempre me han tratado genial. Nunca ha existido ningún problema”, afirma el olmedano de sentimiento a la vez que califica al club oscense como de “maravilla”. 

Sueño cumplido 

Todo jugador cuando sale cedido busca minutos, confianza y la oportunidad de seguir creciendo. Carlos lo está encontrando todo en Huesca y así lo confiesa: “Al salir de Valladolid buscaba minutos y jugar lo máximo posible. Hasta ahora está saliendo todo muy bien y espero que siga así”. El deseo del jugador es claro, tener minutos y no volver a la enfermería. Los dos años en el dique seco en Valladolid le han marcado pero confiesa haberlos olvidado. “Cada día partido estoy mejor y la rodilla la he olvidado completamente”. 

Lo más positivo para el jugador, y el Real Valladolid, es que Carlos tiene un hueco en un equipo de nivel. El club altoaragonés ha confeccionado una buena plantilla para esta temporada y el objetivo inicial puede cambiar. “El equipo está muy bien y la afición muy ilusionada”, confirma el centrocampista mientras alude a “las ganas, ilusión y fuerza” de un equipo que puede ir “a más”. 

Tras el tormentoso verano 

La Sociedad Deportiva Huesca es actualmente undécima en la clasificación de la ‘Liga adelante’ con nueve puntos. Un gran comienzo después del tormentoso verano en las oficinas azulgranas tras la marcha de Fabri González y la llegada de Antonio Calderón. El exblanquivioleta no vivió esos días pero los conoce. “Me han comentado todo lo vivido esos días. No salió todo como ellos querían” y Carlos Lázaro lo agradece. 

El jugador confiesa que puede que el cambio de entrenador en pretemporada le haya beneficiado. La llegada de Antonio Calderón en agosto le vino bien al canterano blanquivioleta para partir con las mismas oportunidades que el resto. “Llegué de la mano del míster a Logroño y desde el primer partido he tenido la suerte de jugar”. Ya en el primer partido del técnico gaditano ante el Logroñés, Lázaro jugó “todos los minutos”, recibiendo la confianza de un entrenador sobre el que el jugador sólo tiene elogios. 

“Desde el primer momento el míster tiene a todo el equipo enchufado porque sabe que la temporada es muy larga”, cuenta Lázaro sobre un entrenador que “mete mucha intensidad en los entrenamientos para que todos estemos preparados". El futbolista cedido por el Real Valladolid pone como ejemplo para el buen ambiente y el gran inicio del equipo el partido de Copa del Rey ante el Deportivo Guadalajara. En la victoria sobre los alcarreños se vio que “cualquier puede entrar”. 

Desde Onésimo hasta Calderón 

En la victoria sobre el equipo de Carlos Terrazas, Carlos Lázaro no jugó y, por lo tanto, no pudo marcar. Eso sí, tres días después vivió un partido mágico. Ante el Lugo, y en el estadio Anxo Carro, Lázaro anotaba su primer tanto como profesional. El jugador recuerda el encuentro como “un día en el que no estuvimos del todo bien pero en el que supimos materializaR las ocasiones que tuvimos”. 

Su tanto, el 1-2, ha sido la mejor noticia de este comienzo de campaña pero espera que no la última. Antes de relatar el último tanto previó al de la victoria en Lugo, Carlos desea que éste sea “el primero de muchos más goles”. ¿Su último gol? No lo olvida. “Fue en Tercera división, con Onésimo, en Tordesillas y, también de cabeza”. Aquel gol en la temporada de su debut en la élite del fútbol español es uno de los últimos recuerdos positivos que el jugador guarda de Valladolid. Seguro que no es el último, pero antes deberá terminar una cesión, que por el momento, es perfecta para él.

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