Dos años después de ser suplente en Segunda B, Dani Hernández roba la titularidad a Jaime Jiménez en un estadio ‘Champions’. La Vinotinto, vital para el éxito del venezolano

8 de mayo de 2011. Durante la penúltima jornada del campeonato del grupo cuatro de Segunda B, Dani Hernández debutaba en partido liguero con el Real Murcia. El venezolano veía, gracias al partido de suspensión de Alberto Cifuentes, el premio a una temporada completa a la sombra. Aquel año el equipo pimentonero conseguía el ascenso a Segunda pero el portero pucelano debía hacer las maletas al estadio José Zorrill para, curiosamente, vivir un nuevo ascenso. En tan sólo 12 meses, el sudamericano vivía de jugar en Segunda B a vivir un ascenso a la mejor liga del mundo.

Destino del fútbol, aquel partido fue el único encuentro liguero en Murcia. Después, le llegó la opción de un ascenso a Primera división como protagonista y en el campo. Tras dos partidos ligueros, Dani se convirtió en el portero del play-off, último escollo del Pucela en su objetivo de competir en Primera división. Ahora, en la máxima categoría española, Dani se estrena, y lo hace 17 meses después de su único partido en una temporada en la que formaba parte de un equipo de Segunda B.

Ocho meses después

Dani debutará en Primera división en un estadio que le resulta familiar. Pese a la categoría del estadio, el cancerbero pucelano jugó allí hace solamente ocho meses. Durante el partido entre los combinados nacionales de España y Venezuela, Dani defendió el marco sudamericano. Lo hizo con éxito y buenas críticas pese a la abultada derrota visitante. El 5-0 final no fue justo con el portero que llegó a detener un penalti a Roberto Soldado, autor de tres goles aquella noche.

Con el recuerdo del partido de su selección en España, el agradecimiento a su combinado nacional por el mérito de su titularidad y, ante todo, con el gusanillo que cualquier profesional tiene ante su debut en Primera, Dani saltará a La Rosaleda con un único objetivo: mejorar el resultado del mes de febrero. La actuación individual será un segundo plano.

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