Pucela y Real Sociedad se encomiendan a Ebert y Griezmann, respectivamente, para puntuar en la novena jornada. Jose Ángel rozó el gol en el último minuto y desde su campo

► Ebert y Óscar igualan, por dos veces, el marcador desnivelado por Antoine Griezmann

► La Real Sociedad tuvo en la mano poder matar el partido y casi lo consigue en el último minuto

► Con el empate, segundo como local, el Pucela llega a los 11 puntos, a cuatro del descenso

Velocidad, calidad e irregularidad son tres características que definen el juego de Antoine Griezmann. Fuerza, personalidad y nerviosismo son rasgos del estilo que posee Patrick Ebert. Así, con ambos futbolistas como líderes, se puede calificar el encuentro entre el Real Valladolid y la Real Sociedad. La calidad del futbolista francés valía a los de Montanier para adelantarse dos veces en el marcador pero la irregularidad de su juego, daba opciones al Pucela. Los de Djukic aprovechaban los resquicios de ilusión para empatar en dos ocasiones lideradas por un voluntarioso extremo alemán. 

Patrick Ebert anotaba y asistía en uno de sus mejores partidos de la temporada pero mostraba gestos de nerviosismo y ansiedad que se reflejaban en el equipo. El ‘20’ pucelano se convertía en las señas de identidad de un Pucela que no tenía la pelota y que carecía de profundidad en muchas fases. Pese a ello, y con el acierto de Ebert y el estado de gracia de Óscar, los locales obtienen su segundo empate consecutivo en el José Zorrilla que les deja a cuatro puntos del descenso.

Varios partidos en uno

Pese a ser solamente 90 minutos y un único encuentro, en el estadio José Zorrilla se pudieron apreciar diferentes fases y muy remarcadas. La primera parte era dominada por el Real Valladolid. La compenetración de Ebert y Rukavina calentaba al aficionado blanquivioleta en los primeros minutos de juego. La Real Sociedad había empezado con más fuerza y en el minuto cuatro ya había asustado a la portería de Dani Hernández, con un disparo cruzado de Castro. La voluntad de Ebert equipara fuerzas y el marcador. El alemán se sacaba un disparo lejano en el minuto 42 para igualar el tanto vasco, conseguido cinco minutos antes a la salida de un córner. 

Con el primer tanto del alemán, el Pucela conseguía un premio que se había ganado en el terreno de juego. Tras un mejor inicio vasco, los locales se entonaban y hacían el empate. Los futbolistas de Djukic creaban en los primeros 45 minutos un guión que copiarían en la segunda parte. Mal comienzo y una ostensible mejora tras el minuto 25 fueron las señas de identidad pucelanas en las dos partes del encuentro.

Un sorprendente Neira

Antes de la mejora de la segunda parte, que llegaba con el gol de Óscar González, la Real Sociedad tuvo en la mano matar el partido y al Real Valladolid. Un Pucela roto y desorganizado pedía a gritos un cambio que parecía no estar en el banquillo pero que Djukic encontró. La sorprendente sustitución de Juan Ángel Neira por Álvaro Rubio produjo una revolución en el juego pucelano que vivió sus mejores minutos del segundo tiempo. 

Con ‘el gordo’ sobre el campo resultaba más fácil enlazar con Óscar y tomaban mayor protagonismo las diagonales de Alberto Bueno. Así llegaba el 2-2 de ‘Mágico' y, también, la sensación de peligro con la que se llegaba al descuento del partido. Curiosamente cuando más entonado estaba el Pucela y más encerrado tenía al equipo vasco, más cerca estuvo el 2-3. Un disparo desde más de 50 metros de José Ángel pudo terminar en gol de no ser por una mano salvadora de Dani Hernández. El portero venezolano vivía su segundo partido en la élite y conseguía su primer botín. El primer punto con Dani bajo palos hace sumar una jornada más y deja al Pucela en una posición cómoda y soñada, sin llegar a mostrar todo su potencial.

Twittear