Cualquier aficionado del Real Valladolid se emocionaría, como hice yo, el día en que el equipo blanquivoleta se impuso en el estadio de Riazor. La emoción no se produjo porque el equipo consiguiera los tres puntos, que también un poco, sino porque cuando Haris Medunjanin anotó el gol, que aseguraba la victoria, se pudo ver un banquillo celebrándolo por todo lo alto. Los suplentes de aquel día gritaban, saltaban, se abrazan…todos a excepción de uno. Borja Fernández, en aquel minuto 92 de partido, se arrodilló en al área técnica del estadio gallego y en posición de rezar daba las gracias por los tres puntos tan necesarios. Una imagen impactante, una postura que emocionó a los que de verdad sienten el Real Valladolid porque veían en esa instantánea el reflejo de que en un vestuario tan roto y con tantos problemas como los que hay hoy en día, todavía quedan jugadores comprometidos con el equipo, con la institución, con la ciudad y con la afición.

Aquel partido el jugador gallego volvió a ser el pulmón en el centro del campo tan necesario en un equipo de fútbol. Aquella tarde-noche, el’10’ blanquivioleta volvió a hacer un despliegue físico increíble. En resumen, Borja volvió a demostrar que es un profesional como quedan pocos. Ante esto, un servidor no se pudo quedar callado, por ello, me acerque a los pocos días al rincón que el canterano madridista guarda en la web oficial del Real Valladolid y, se lo comenté. Le dije lo que acabo de narrar, que emociona ver a un jugador, que no va a seguir la próxima temporada, celebrando un gol así, dando las gracias por algo necesario que se había escapado otras veces. Cuando escribí el pasado 22 de marzo en el blog de Borja, no tenía la intención de que me contestara ni de que me dijera nada, tan sólo quería dale mi opinión sobre algo que poca gente comentó y que dice mucho de él, ya no como jugador, sino como persona. Ante esto, cual es mi sorpresa, que hoy cuando me adentro en ese blog que tiene desde hace un par de años, veo que ha contestado a mi comentario. Es más, en el mismo, asegura ser consciente de este blog y de las palabras que se vierten aquí sobre el, las cuales agradece.

No sé si el gallego leerá esto, o si, como en el otro caso, le harán llegar este artículo, lo que está claro es que me reafirmo en lo dicho aquel 22 de marzo porque pasan los días, se acerca el momento en que el gallego se irá pero su actitud no desciende, su interés por el Real Valladolid no decrece, y eso, es algo que tal y como están las cosas debemos de agradecer todos y cada uno de los aficionados del Real Valladolid. Gracias Borja.