Diego Costa llegó al Real Valladolid en la 'operación Asenjo', y no se sabe si fue su fichaje, en las formas y contrato, o su presencia lo que creó más dudas entre la afición. Sobre el primer tema había mucho debate, unos decían que era una cesión, otros que se trataba de una venta en la que el Atlético de Madrid tenía opción de compra. Lo cierto es que con la temporada terminada aún se desconoce como fue la firma, ni el equipo donde jugará el brasileño el próximo año. Respecto a Diego como futbolista, las dudas eran muchas. Su fama de duro, incluso a veces violento, junto a la irregular en su juego y la inmadurez, hacían de su presencia en el equipo una incógnita. Unas dudas que el brasileño resolvió con los dos primeros partidos que disputó como blanquivioleta, en el primero, ante el Valencia, y pese a la derrota, dejó detalles de grandísima calidad. En el segundo, ante el Real Zaragoza, fue junto a Sisi el mejor del partido al dar la asistencia de los dos goles del equipo de Mendilibar.

Con la vitola de delantero titular del equipo empezó a verse al mejor Diego Costa. Desde Albacete decían que para que rindiera tenía que sentirse importante, y así fue. Cuando Diego vio que se convertía en el nuevo ídolo de la afición empezó a rendir, a ser el incordio del equipo rival y empezó, también, a anotar goles. Tantos que le convirtieron en virtual ganador del pichichi del Real Valladolid en la temporada 2009/2010. Con el paso del tiempo el brasileño fue perdiendo forma, incluso se habla que ganando kilos, pero pese a todo seguía siendo al referencia del equipo y de la afición. Lo acontecido en el minuto 69 del 14 de febrero cuando tuvo que ser cambiado por lesión habla mucho y muy bien del brasileño. Cuando restaban 21 minutos para el final del partido, el brasileño dolorido por las faltas del Real Zaragoza tuvo que ser cambiado. Cuando el José Zorrilla vio que el dorsal que marcaba el cuarto árbitro era el ‘22’ se puso en pie, aplaudió, coreó su nombre y no se sentó hasta que el delantero desapareció en el foso del banquillo. Aquel lujo, al alcance de muy pocos [VER ARTÍCULO] sirvió para que Diego Costa empezara a sentir algo muy especial por el Real Valladolid y que la afición, tan fría en palabras de Nauzet, tuviera nuevo ídolo.

NOTA DE LA TEMPORADA: NOTABLE

¿FUTURO? En un principio su lugar estaba en el Atlético de Madrid, peor Quique Sánchez Flores ha hecho oficial, según diversos medios, que no cuenta con el para la próxima campaña. Con el ‘no’ del entrenador se abre un debate y un interrogante sobre el futuro del ‘22’, y por descartar no se descarta ni el Real Valladolid.