¿Cómo fue la última visita a Balaídos?

El pasado 9 de abril el Real Valladolid llegaba al estadio de Balaídos con dos objetivos: dar un golpe sobre la mesa de la ‘Liga adelante’ y hacer la herida del Celta de Vigo, rival directo por el ascenso, más grande. Tras 90 minutos de juego, en un partido que se disputó a las 16 horas, los pupilos de Abel Resino se llevaron un tremendo bote de una noche mágica del deporte vallisoletano en la ciudad gallega.

El conjunto blanquivioleta llegaba a aquel partido en plena racha positiva. Lo hacía tras un empate con el Rayo Vallecano y de endosar un contundente 0-5 a la Unión Deportiva Salamanca en su feudo. La buena dinámica blanquivioleta se vería aumentada con una victoria en el estadio gallego, que llegó gracias a tantos de Nauzet Alemán, de penalti, y un magnífico testarazo de Óscar González.

Victoria incontestable
La victoria que se consiguió en Galicia no tuvo paliativos. El equipo de Abel Resino fue superior del primer minuto hasta el 90. Generó más ocasiones y tuvo mayor posesión. El Pucela mereció la victoria por un resultado más abultado pero ni Javi Guerra pudo hacer su gol ni Álvaro Antón materializó un clarísimo mano a mano ante Falcón. Pese a no hacer el tercero, los futbolistas que vistieron de rojo se llevaron los tres puntos y dieron una zancada en su objetivo de poder disputar el play-off de ascenso, en el cual ambos conjuntos caerían en semifinales.

El partido fue algo más que una victoria para unos y mucho más que una derrota para otros. Con la victoria del Real Valladolid, el equipo de Abel Resino continuaba con su escalada, la cual sólo se vería frenada cinco jornadas después con una derrota en Tenerife. Por el contrario, el equipo de Paco Herrera vivió esta derrota como la séptima jornada sin ganar y un bache que del liderato le sacaba hasta casi fuera del play-off.

Nauzet se recupera haciendo goles
Toda jornada tiene una estrella, un jugador determinante y en la trigésimo tercera jornada del campeonato pasado fue Nauzet Alemán. El futbolista canario regresaba a la titularidad tras tres encuentros sin hacerlo por una lesión muscular y regresó a lo grande. Pasada la primera media hora de juego no se cortó y tomó las riendas para ejecutar el disparo desde lo once metros y anotar el primer gol.

Al poco de que De Lucas llevara la igualada al marcador, un magnífico centro suyo fue rematado por Óscar González para hacer el definitivo 1-2 en el marcador y llevar el delirio a los aficionados congregados en Balaídos, estadio que vivió la confirmación del Real Valladolid de Abel Resino.
Imagen de 'Norte de Castilla'

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