El Real Valladolid llegaba a Huesca el pasado 29 de mayo con una única intención. Los futbolistas de Abel Resino visitaban territorio oscense con el único objetivo de finiquitar el play-off y poder afrontar el partido contra el Alcorcón con tranquilidad. Tras 90 minutos de mal juego y muchas imprecisiones, la Sociedad Deportiva Huesca de Onésimo Sánchez se imponía por 1-0 y creaba al Real Valladolid una promoción de ascenso de cinco partidos.

Para la disputa de la 41ª jornada Abel tenía la sensible baja de su lateral izquierdo titular. En el partido anterior, ante el Nastic de Tarragona, Carlos Peña vio la quinta cartulina amarilla que le obligaba a cumplir partido de sanción. La baja del ex del Recreativo de Huelva era un problema para el técnico toledano que debía improvisar un sustituto. Entre las opciones que barajaba el ex del Atlético de Madrid finalmente se quedó con la de Fabio Faria, un central con pocos minutos que debía improvisar y probar en el costado zurdo de la defensa blanquivioleta. El resultado, como se esperaba, fue malo.

Tempranero gol local
El Real Valladolid, además de con la novedad de Fabio Faria, saltaba al estadio de El Alcoraz con la sorpresa de Óscar González. El ex del Real Zaragoza empezaba el partido desde el banquillo y rotaba en un encuentro que los pucelanos afrontaron con la idea de empatar y así certificar el play-off, pero que terminaron perdiendo.

Un tempranero gol de Camacho, tras fallo en cadena de la defensa blanquivioleta, ponía muy cuesta arriba la cosa a los pucelanos que tuvieron que remar contracorriente en un encuentro que no supieron leer y que terminaron regalando para afrontar el partido de Alcorcón como una verdadera final. En Huesca Abel no estuvo acertado y torpedeó para que los pucelanos pudieran vivir un partido sin el nerviosismo de toda la temporada.

Experimente fallido en el lateral zurdo
La marcha del brasileño Guilherme en el mercado de invierno dejaba cojo el puesto de lateral izquierdo. Cualquiera de las permutas que hiciera Abel para el partido tenía pocas posibilidades de triunfar con tan sólo 90 minutos por delante. Abel confió en el portugués Faria y le salió mal. El zurdo no tuvo su día y rindió a un nivel muy bajo dando pocas posibilidades en banda y demostrando minuto a minuto y jugada tras jugada que ese no era su puesto.

El partido ante el Huesca fue el último que Fabio Faria disputó como blanquivioleta y remarcó un mal recuerdo de su estancia en Valladolid. Faria nunca cumplió con las expectativas que había creado su fichaje y pasó por el José Zorrilla con más pena que gloria al disputar tan sólo cuatro partidos y el último fuera de su sitio.