Una goleada en el Rico Pérez de Alicante por 1-5 es la última visita del Pucela a Alicante. El partido de Copa supuso el despertar goleador de Henok Goitom como blanquivioleta

El 29 de octubre de 2008 el Real Valladolid visitaba el estadio del Hércules de Alicante con la idea de conseguir un buen resultado para poder afrontar el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de Copa del Rey con la mayor tranquilidad posible. El equipo de José Luis Mendilíbar llegaba al duelo con el escaso acierto goleador en el tintero. Los delanteros de aquella temporada, Ogbeche y Goitom, no habían conseguido ver puerta en ocho jornadas. Su bajo estado de forma era tan alarmante que en el partido de Liga previo a este de Copa, ambos se quedaron fuera de la convocatoria. Para viajar a Getafe, donde se perdió 1-0, Mendilíbar convocó a Kike López, que actuó como ‘9’.

Las dificultades para hacer gol del ‘9’ y del ‘12’ de aquel año tuvieron un antes y un después de la visita de Copa a Alicante. Ante el equipo de Mandiá, Goitom anotó el primer gol de los once que finalmente anotaría de blanquivioleta y Ogbeche hizo dos obras de arte en sólo 15 minutos. La victoria, además de asegurar el pase del Pucela para la siguiente ronda, valió para que los dos delanteros del Real Valladolid demostraran estar dispuestos a darlo todo por el Pucela en una temporada en la que el equipo cumplió su objetivo, la permanencia en Primera división.

Excepcional ambiente
Aquella tarde-noche el Hércules de Alicante tenía mucha ilusión por la Copa del Rey. Equipo y afición buscaban en el torneo del K.O. ese protagonismo que se le arrebataba por estar en Segunda división. Con el objetivo de hacerse fuertes y pasar la ronda el club decidió hacer un día de “puertas abiertas”. El estadio alicantino permaneció abierto para todo el público y se pudo entrar sin pasar por caja. Así, el Rico Pérez presentó un ambiente estupendo al congregar a más de 18.000 personas en un baño de fútbol de los jugadores de Mendilíbar.

Tan cierto como que los pucelanos fueron los dueños del partido es verdad que la expulsión de Dani Bautista ayudó mucho a la goleada. En el minuto 25 el colegiado Clos Gómez expulsó al hoy lateral del Almería para de manera indirecta allanar el camino del Pucela. Con uno más sobre el terreno de juego el equipo visitante no tuvo piedad y goleó al equipo de inferior categoría. Al tanto de Goitom y el doblete de Ogbeche hay que sumar los tantos de ‘Pichi’ Escudero y Pedro León. Los cinco goles del Pucela daban la eliminatoria a un equipo que con suplentes y jugadores con pocos minutos daba una lección de fútbol para hacer olvidar un comienzo irregular.

De 28 sólo uno
Entre los 14 futbolistas que dispuso José Luis Mendilíbar y los que dirigió Mandiá sólo sobrevive uno. Tan sólo Javier Baraja puede contar en primera persona el partido de hace más de tres años. Pese a que desde aquel día el vallisoletano ha sufrido una metamorfosis futbolística es el único que vivió aquella goleada balsámica del equipo pucelano.